A partir de ahora comienza el análisis de la información. Los correos privados, a través de la cuenta antidroga@policia.es los recibe la Brigada Central de Estupefacientes de la Udyco, en concreto el grupo de drogas o crímenes en la red, que garantiza el anonimato del informador y su seguridad. Todos aquellos datos que se consideren fiables se envían a las distintas plantillas policiales para que los investiguen y comprueben la veracidad de la información recibida. Se trata, en realidad de una especie de «línea caliente», vía correo electrónico seguro. Quien cuenta sabe además que los datos llegan al destinatario que mejor uso puede dar a esa información.
Uno de los responsables de esta iniciativa explica otra derivada importantísima: «Estar presentes en la red nos permite además seguir el rastro de drogas no fiscalizadas, esas que según la convención no son drogas pero que son igual o más peligrosas, es decir tienen los mismos efectos, según la Agencia Española del Medicamento. Donde más las puedes encontrar es en Internet».
Los promotores de la iniciativa creen que pueden llegar informaciones valiosas. Más difícil será captar colaboradores a través de este método por mucho anonimato y privacidad que se garantice, pero esa posibilidad también existe.
Esta campaña se suma a otras de la Policía Nacional en las redes sociales, donde está presente desde 2009 con iniciativas contra la pornografía infantil, para difundir las fotografías de los delincuentes más buscados o para animar a las mujeres víctimas de violencia de género que denuncien.
Las redadas son nuevas, pero no parecen mal complemento en una época en la que las aprehensiones de droga han disminuido de forma drástica: 46.923 kilos incautó la Udyco central el año pasado. El cambio de métodos de los narcos y la variedad para introducir droga en cantidades más pequeñas ya se ha hecho notar.
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