Como todos nos imaginábamos, la huelga de AENA estaba condenada a no producirse ya que no era más que otro paripé ( afortunadamente para el sector turístico ), un torpe montaje de las dos grandes centrales sindicales, UGT y CCOO, para intentar salvar la cara ante los trabajadores a los que fingen proteger.
También hemos dicho varias veces que el asalariado español puede irse olvidando de los sindicatos ( al menos de la mayoría ), en este país no existen. No han existido desde el momento en que estas organizaciones quedaron rehenizadas por los partidos políticos a los que le deben obediencia y han sido totalmente destruidas cuando fueron compradas por el Gobierno de Zapatero a cambio de ese patrimonio sindical acumulado del que ya hemos hablado en este blog varias veces.
El cambalache de la privatización de AENA, que terminará siendo completa, estaba totalmente cerrado y acordado antes de llegar siquiera al Consejo de Ministros y a los sindicatos ni se les preguntó ni falta que hacía, para eso han cobrado, para callarse y obedecer. De todos modos,ni CCOO ni UGT tienen de qué preocuparse, nada cambiará en su ficticio estatus de representantes de los trabajadores porque en este país nadie está dispuesto a decir que " el rey va desnudo ". Dará igual lo que pase, dará igual cuántos casos de corrupción de unos y otros acaben en los tribunales, y ni tan siquiera importará si los sindicatos han trincado dinero o si el presidente del Gobierno comete estupidez tras estupidez. Y si la gente se inquieta se le sube la dosis de fútbol o se endurece la ley antitabaco y listo.
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