LUGO POR LA SEGURIDAD CIUDADANA Y CONTRA LA PASIVIDAD DEL GOBIERNO

 

Los vecinos del barrio lucense de Fonte dos Ranchos viven atemorizados por la presencia creciente de bandas latinoamericanas, que a diario acuden a los locales de ambiente, incumpliendo así las ordenanzas municipales relacionadas con el ruido y el escándalo público.
Los vecinos lucenses indignados por la pasividad y complicidad de las autoridades, llevan denunciando esta situación durante más de dos años, empiezan a no descartar formar patrullas para vigilar la zona.

Entre las calles Pío Cabanillas y Tui existen tres establecimientos que abren desde altas horas de la madrugada hasta bien entrada la mañana, aunque desde el Ayuntamiento se reconozca que disponen de licencia de café-concierto y bar. ¿Y cuál es la respuesta de los políticos locales? La INDIFERENCIA y COMPLICIDAD.

Día tras día, gran parte de la calle Pío Cabanillas amanece inundada por restos de cristales, mientras que comerciantes de la zona se empiezan a acostumbrar a echar a la calle a intrusos que se cuelan a primera hora de la mañana bebidos y con ganas de pelea. Concretamente, hace un par de días uno de los dueños de una tienda tuvo que llamar la atención a una joven que no dudó entrar en su local para hacer sus necesidades en una esquina. Hechos que demuestran el deterioro que está sufriendo la convivencia en la ciudad de las Murallas.

La pasividad policial y política ha llenado el barrio de peleas, ruidos que dificultan el descanso de los vecinos, prostitución y venta de estupefacientes. Mientras, el subdelegado en Lugo, José Vázquez Portomeñe, remarca que Lugo no tiene motivos para la intranquilidad. ¡¡SE RIEN DE NOSOTROS!!

Los vecinos parecen no pensar igual. Así lo deducimos de la denuncia realizada por una de las dependientas de una de las farmacias de la zona, quien alerta del importante aumento de la venta de jeringuillas; o de que los asistentes a la Iglesia de San Antonio hayan decidido dar un rodeo para evitar las calles en las que están los locales nocturnos; o de que empresarios se hayan visto obligados a variar sus horarios comerciales para evitar coincidir con los jóvenes conflictivos; o de que la gente mayor haya optado por no salir de casa o hacerlo siempre en compañía.

¿Es este el modelo de vida y de ciudad que deseas para tus hijos? ¡¡Nosotros NO!! ¿Y TÚ?

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