G.I.- El gobierno socialista de la Junta andaluza no ha cortado aún el grifo del despilfarro. Gran parte de su presupuesto se gasta en subvenciones y otras prebendas.
A la partida de ayudas a países en vías de desarrollo ha destinado este año el 0,7% del total, y las transferencias otorgadas son de dudosa necesidad.
Por ejemplo, el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) de ayer indicaba el regalo de 18.156 euros a la Fundación Social Universal, en concepto de “desarrollo endógeno cualitativo de los cañicultores ecológicos del Distrito de Santa Catalina de Mossa-Sierra de Piura, Perú”.
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