Violencia, islam, enfermedades contagiosas…, un concentrado de todos los problemas de la sociedad multicultural: esto es lo que la discriminación positiva hacia los extranjeros ha generado en los campos de afectados, después del temblor de tierra del martes pasado que ha dejado 17 muertos y cientos de heridos en la región italiana de Emilia Romagna.
La presencia de numeroso musulmanes en los campos de evacuados ha generado continuos incidentes. En las primeras horas del suceso la sociedad Vodafone ha acudido para distibuir tarjetas telefónicas gratuitas a los afectados. Resultado: se ha originado una pelea entre magrebíes y uno de ellos ha apuñalado a uno de sus congéneres.
El sábado un verdadero motín ha estallado en el mismo campamento cuando una joven voluntaria italiana le ha servido a una musulmana un plato con salsa boloñesa (la carne de cerdo puede entrar en su composición). La musulmana se ha puesto a gritar y toda su familia ha acudido y ha protagonizado un escándalo acusando a la administración del campamento de insultar al islam. Ha sido necesaria la intervención de las fuerzass del orden para restablecer la calma.
Poo otra parte ha sido necesario desinfectar en dos ocasiones distintas una carpa que estaba ocupada por magrebíes que tenían sarna. Después de la segunda desinfección, llevada a cabo por una unidad de técnico llegada desde Venecia, la carpa ha sido destruida por precaución. Los magrebíes sarnosos han sido enviados a un hospital.
Según la prensa local, “el comportamiento de los inmigrantes magrebíes está poniendo a prueba los nervios de los demás afectados autóctonos”, que no reciben nada. Se han recibido quejas de habitantes de de la zona a los que no se les distribuye ni comida ni ayuda de otro tipo, pese a estar en las mismas condiciones que los “residentes” extranjeros de los campamentos.
B.D
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