El sábado 14 de enero Jobbik se manifestó en Budapest en apoyo a la soberanía nacional húngara. La manifestación la convocó Jobbik, ante el edificio de la Unión Europea. Este encuentro reunió a miles de personas que expresaron su indignación hacia los dictados de la Unión Europea y su política colonialista.
El diputado europeo de Jobbik, Csanád Szegedi, pidió un referéndum sobre la adhesión de Hungría en la Unión Europea y dijo que Jobbik está listo para dirigir a Hungría, fuera de la UE, hacia un futuro mejor.
El principal orador fue el presidente de Jobbik Gábor Vona.
Según el Presidente del partido, Gábor Vona, el ultimátum de la Comisión Europea es un feroz ataque contra la soberanía de Hungría. Estima que Hungría debería abandonar la Unión Europea y propone una sesión parlamentaria especial para discutir el problema. Para el presidente de Jobbik, el ultimátum de la Comisión Europea es nada menos que algo así cómo darle una patada en la cabeza a un oponente caído en el suelo. Puso de relieve el hecho de que él no quiere proteger las leyes que la Comisión Europea critica, sino la soberanía del país. La aceptación del ultimátum significaría la adopción de nuevas restricciones.
Las personas allí presentes eran quienes piensan que la libertad es más importante que la pertenencia a la Unión Europea.
Gábor Vona ha criticado fuertemente al Partido Socialista y al PML (Partido Verde-Liberal) por haber superado las expectativas de la Comisión Europea en detrimento de la soberanía nacional.
Al final de la manifestación, el Vicepresidente de Jobbik, Elod Novak, héroe del levantamiento de 1956, prendió fuego a una bandera europea.
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