Esta congregación, llamada popularmente San Canuto, convierte a muchos de estos estudiantes, que están en pleno desarrollo académico, en presos de drogas, naturalmente ilegales, como el hachís, el cannabis o la cocaína, mientras traficantes se aprovechan de la situación.
Parece de sentido común pensar que son un blanco fácil para la policía, pero sorprendentemente durante este día actúan de forma hipócrita y pasiva ante ello, ya que estando a varios metros y a plena luz del día, no hacen amago de intentar acabar con esta triste escena.
Nada como destrozarse física y mentalmente delante de su centro educativo, pero, como si esto no fuera suficiente, expondremos el ejemplo de la Universidad Autónoma de Madrid, donde se realiza en las cercanías del colegio público Príncipe de Asturias, donde acuden niños de menos de 14 años, aún en etapa de crecimiento.
Desde Respuesta Estudiantil queremos expresar nuestro profundo rechazo hacia esta concentración al margen de la legalidad, que convierte el ocio de los jóvenes alumnos en la drogadicción, en vez de formarse o divertirse de forma saludable.
Exigimos al Ministerio de Educación una investigación en torno a este acto, una firme sanción a los responsables y, por supuesto, medidas de prevención para que no se celebre.
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