INJUSTA SOLIDARIDAD

De alguna forma puede parecer contradictorio el título de este texto, y sin duda lo es, y los lectores alejados del Pensamiento Único seguro que después de leerlo, tendrán la misma percepción no sólo de lo contradictorio del tema sino de la absurda hipocresía que nos rodea.

Ayer me viene mi hijo (6 años) contándome una “batalla” porque le han dicho en su colegio que van a hacer una carrera para “conseguir dinero para los niños pobres” y viene con un papel firmado por la ONG Save the Children en la que aparte de citar los fines de la organización, explica en que consiste esa carrera .

Se “invita” a los niños a buscar “patrocinadores entre sus familiares” en una “carrera solidaria para recaudar fondos para los niños del Congo”, cada familiar del inocente alumno debe patrocinar y donar con una cantidad por cada kilómetro simbólico que el niño recorra…para ello el niño debe rellenar una ficha con los patrocinadores que consiga y las cantidades que dona cada uno.

En pocas palabras y al nivel de comprensión de un niño de 6 años le explico a mi hijo que existen niños en España que también malviven en circunstancias penosas y que primero se debe ayudar a los más cercanos. Creo que me ha entendido perfectamente y el no necesita, por ahora, entrar en mayores análisis.

Ahora me toca explicárselo a la Directora del colegio, y esta es la nota que le envío:

Sra. Directora del C.P. …:

Le informo que mi hijo, alumno de su centro, no tendrá como patrocinador a su padre (quien subscribe) para la carrera “Kilómetros de solidaridad con los niños del Congo” promovida por la ONG Save the Children.

Uno de los Principios con los que trato de formar a mi hijo es el de la Justicia Social  y también la Solidaridad, pero empezando por los más próximos, y  esto no es necesario ir a buscarlo a miles de kilómetros de distancia, a mi entender la “solidaridad con los niños del Congo” no es una labor con la que se debe no ya sensibilizar sino manipular unas mentes inocentes de niños de 6 años.

En los tiempos que corren y que padecemos, las prioridades de mostrar solidaridad debieran estar con los más próximos y por desgracia, en España existen muchas familias con niños que malviven en situaciones lamentables económicas, educativas, higiénicas,…etc; y si a esta situación de injusticia social añadimos que muchas de las ayudas sociales en España van destinadas a los de fuera es injusto, insolidario, cuando no hipócrita, organizar eventos para recaudar dinero y enviarlo fuera.

Entiendo que esta campaña está encuadrada dentro de la más amplia obsesión educativa por el igualitarismo y el mestizaje social y cultural a la que algunos incautos padres aplauden sin entender que supone un atentado calculado desde las altas instancias del Poder, culpables también, entre otras cosas, de la precaria situación de esos niños del Congo.

Todos los pueblos tienen derecho a conservar su identidad y el deber de luchar por conservar esa identidad en el ámbito de sus territorios, sólo a partir de este punto podrá constituirse la solidaridad entre los pueblos.

Uno de los primeros derechos de toda persona es el de poder vivir dignamente en su país, y para ello, y teniendo en cuenta que el Estado debiera velar en primer lugar por sus ciudadanos nacionales:

Se debe emplear no un donativo sacado de la inocente carrera de un niño que se esforzará en correr más kilómetros que sus compañeros de clase no para recaudar más dinero “para los niños pobres” (no españoles, ni siquiera europeos) sino por su innata competitividad; se debiera invertir (no regalar) en países más desfavorecidos siempre y cuando estuvieran garantizadas las condiciones mínimas económicas de los ciudadanos propios.

Estos fondos debieran ser adecuadamente administrados por el Estado y en ningún caso por Alí Babá y las 40 ONG´s ávidas de negocio seguro.

Se debiera exigir internacionalmente la responsabilidad histórica de las potencias coloniales respecto de las naciones devastadas por su explotación, o invadidas militarmente, así como controlar la gestión de los dirigentes políticos de esos países que mantienen a su pueblo sumido en la misería.

No dude en que colaboraré, en la medida de mis posibilidades, cuando se organice cualquier otra actividad marcada por la prioridad, la solidaridad y la justicia social con los ciudadanos nacionales, que muchas veces son vecinos de barrio o de portal y no hay que ir a buscarles a otros continentes. Porque con estos proyectos de solidaridad a distancia lo único que se logra es perpetuar las situaciones de injusticia social y nacional contra las que aparentemente se quiere luchar.

¿Solidaridad?, sí, pero con Justicia Social y por la Prioridad Nacional.

Atentamente:

Jorge Garrido