Es la frontera más desigual (en términos económicos) del mundo. Hablamos de la que separa Melilla de Marruecos. Mientras los españoles disponen de una renta de 25.000 euros anuales, los marroquíes tienen que arreglarse con poca más de 1.000, según varios estudios internacionales. Esas diferencias provocan que muchos de ellos crucen a diario la frontera con España para encontrar un trabajo algunos, robar otros,... y que también se produzcan altercados. El pasado jueves 19 de enero, dos individuos marroquíes trataron de atropellar a dos agentes que se encontraban de guardia en la frontera, con el fin de escapar a su país con los vehículos que previamente habían sido robados en Melilla. Los agentes lograron esquivar la embestida aunque uno de ellos se encuentra herido y, en la actualidad, continúa de baja. Los sindicatos policiales han dado la voz de alarma por este caso. "No disponemos de los medios adecuados para controlar a la masa, sufrimos constantes agresiones y vejaciones sin poder responder a ellas y nos vemos en situaciones de inseguridad constantes", denuncian desde la Unión Federal de Policías de Melilla (UFP). Además, cuentan que "nuestras compañeras sufren constantemente insultos, menosprecios e incluso escupitajos. No las consideran autoridad por el hecho de ser mujeres y vemos cómo tratan de humillarlas", explican.
En la misma línea, la Confederación Española de Policía (CEP) declaraba ayer que "los puestos fronterizos están caracterizados por una especial penosidad y peligrosidad". A esto añaden que ningún "policía quiere ser destinado a estos puestos". Según su versión, "hemos vivido casos como el de un compañero que recibió un botellazo a unos tres metros de distancia de un joven magrebí que luego salió corriendo. El agente comenzó a perseguirle y, sin darse cuenta, entró en suelo marroquí. En ese momento, varios agentes de aduanas le detuvieron, dejaron escapar al joven y nuestro compañero sufrió una sanción". Y es que, los agentes denuncian que Marruecos hace un "uso inapropiado" de esta tierra de nadie que separa dos mundos.
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