¡La primera en el frente!

Mariano Rajoy ha empezado la legislatura como solo la casta política de esta país sabe hacerlo. ¡ Mintiendo ! El primer incumplimiento electoral se ha consumado tras prometer durante la campaña que no se iban a subir los impuestos y la realidad es que los ha subido. ¡ Y de qué manera ! La política fiscal propuesta tiene claros tintes confiscatorios y carga de nuevo el peso de la crisis sobre la espalda de la clase trabajadora. Tan sumamente consciente ha debido ser de la desilusión con la que millones de ciudadanos encaran el comienzo del nuevo año que ni siquiera se dignó a ser él quien diera las malas noticias cediéndole el “gusto” a la nueva vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría y a los ministros Montoro, De guindos y Báñez.
Negro comienzo. Los representantes gubernamentales anunciaron recorte de gastos, pero se quedaron cortos, justamente, en aquellas partidas en que el ejemplo podría haber sido ejemplar. ¿Por qué en vez de un 20 por ciento de reducción de las subvenciones a los partidos políticos, los sindicatos y la patronal, no ha sido ésta del 100 por cien? ¿Por qué no suprimir, de una vez por todas, administraciones inútiles y enormemente costosas, a la vez que deficitarias, como por ejemplo mancomunidades, diputaciones, el senado o las comunidades autónomas? Eso sí, redistribuyendo a los trabajadores de las mismas. ¡Sólo a los trabajadores!
Si al grueso de los ciudadanos, que no viven de la política, se les impone nuevos y pesados impuestos, lo justo sería que los partidos políticos, patronal y sindicatos se autogestionaran con las cuotas de sus afiliados y no a costa del Presupuesto General del Estado. El nuevo Gobierno justifica el robo apelando a que se ha encontrado con 8 por ciento de déficit público, dos puntos más de lo dicho por Zapatero. Además añaden que han sido las comunidades autónomas las mayores culpables del gasto. Algunas de ellas como Comunidad Valenciana, Murcia, La Rioja, Castilla Y León, Galicia, Ceuta o Melilla gobernadas por el propio PP desde hace años. Los técnicos del PP, ¿no sabían lo que hacían los políticos del PP? Cuando Rajoy se comprometió a no subir los impuestos, ¿no conocía a cuánto ascendía la deuda autonómica? Cuesta creerlo.
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