La colonia marroquí es la segunda extranjera más importante en Málaga por detrás de la británica. En la provincia viven, según el Instituto Nacional de Estadística, 25.602 marroquíes, de los cuales 11.232 son mujeres, un colectivo que se está viendo especialmente afectado por la crisis. Karima Ouald Ali intenta ayudar a todas las personas que puede pero reconoce que su ONG, como todas las demás, está "desbordada".
-¿En qué situación se encuentra la mujer marroquí en Málaga?
-En su mayoría son empleadas de hogar, agricultoras o se quedan en casa. Tienen muchas dificultades para integrarse en la sociedad y su condición es muy desfavorecida. En estos momentos estamos en la peor situación. Lo están pasando muy mal porque son las primeras afectadas por la crisis. Nos están llegando muchísimos casos a la asociación de mujeres marroquíes que han perdido su trabajo como empleadas de hogar. Además, los empresarios tienen ahora muchas oportunidades para elegir y como una mujer marroquí no hable un español perfecto no la contratan. Todo el mundo, los españoles también, lo está pasando mal con la crisis, pero yo tengo que hablar de la gente a la que ayudo.
-Entiendo que las condiciones laborales de las que trabajen no serán las mejores.
-La mayoría de las mujeres marroquíes han perdido su trabajo y no tienen ni desempleo ni nada. Me llegan mujeres con hijos en una situación desesperada porque no saben cómo van a salir adelante. Este año está habiendo muchos más casos. Por otra parte, las que trabajan cobran un sueldo muy bajo. De todas formas ellas prefieren trabajar para poder pagar sus gastos.
-¿Cómo les puede ayudar su asociación?
-Tenemos tres pisos tutelados para mujeres inmigrantes.
-Si no tienen empleo ¿qué opción les queda? ¿Volver a Marruecos?
-No quieren volver a Marruecos porque allí tampoco tienen nada. Muchas de estas mujeres mantienen desde aquí a sus familias en Marruecos y les da mucha vergüenza regresar sin nada.
-Entonces, ¿qué hacen?
-Están buscando todos los recursos posibles públicos de ayuntamientos o la Junta de Andalucía. Ésta última está haciendo cursos de perfeccionamiento del español que les recomendamos que hagan. Nuestra asociación no tiene una bolsa de empleo que ofrecerles pero sí intentamos darle formación para mejorar su currículum. Muchas veces estas mujeres se vienen abajo y preguntan para qué vale todo eso cuando siguen sin encontrar trabajo, pero les damos a entender que es fundamental que se formen.
-¿Cuál es el perfil medio de la mujer marroquí que llega aquí?
-Tienen muy pocos estudios. La mayoría llega por reagrupamiento familiar y muchas están ahora manteniendo a los maridos, aunque otras están divorciadas con hijos y luchan por sobrevivir. Tenemos a muchas mujeres que están en juicio porque no han podido pagar el alquiler. La opción que les queda es o la calle o buscar recursos, pero las ONG estamos colapsadas. Nuestros pisos son para 15 personas, pero no para 100.
-¿Cuál es el papel del marido? ¿Está bien visto que le mantenga la mujer?
-Una vez aquí el hombre cambia el chip porque se ve obligado. No se puede permitir trabajar solo él para mantener un nivel de vida. Sabe que tienen que trabajar los dos. Ahora vemos que hay muchas mujeres que están manteniendo a sus maridos. Si culturalmente no lo acepta es su problema. Además la mujer tiene ahora más posibilidad de encontrar trabajo que un hombre.
-¿Por qué?
-La mayoría de los hombres que vienen tampoco tienen estudios y trabajaban en la construcción o la hostelería, pero ahora están en el paro. Algunos han optado por poner en marcha algún negocio entre varios socios pero es difícil porque necesitan tener una formación específica de la que no disponen. Los hombres tampoco quieren volver a Marruecos.
-¿Cuál es el principal problema de la colonia marroquí en Málaga?
-Todo el mundo habla de lo mismo, del empleo. Es su primera preocupación. Nadie sabe qué pasará en el futuro. Hay una inestabilidad enorme. La gente nos dice que no sabe si se quedará aquí, si se irá a Francia, a Alemania... Hace seis años no era así.
-Cuando todo va mal muchas personas miran a los extranjeros con otra cara. Piensan que les van a quitar el empleo, ¿ha habido problemas por esto?
-Sí que hay gente que mira mal ahora a los extranjeros por el tema del empleo. Muchas personas sacan el tema de la inmigración y se preguntan por qué dan ayuda a los inmigrantes si los españoles se están muriendo de hambre también. Hay gente que dice que los inmigrantes deben volver a su país. Eso es discriminación y racismo. Creo que es por la tensión que está viviendo todo el mundo.
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