UN LAMENTABLE ESPECTÁCULO

   De lamentable espectáculo y de tomadura de pelo puede calificarse el montado, el pasado día 2 de febrero, en  La Moncloa para escenificar el acuerdo económico y social, al que sólo se sumó incondicionalmente, precisamente, el propio Zapatero. Es cierto que los decrépitos sindicatos españoles UGT y CCOO, y la CEOE estuvieron presentes en la puesta en escena de este sainete con el que el Gobierno socialista pretendía hacer creer que el acuerdo, que ha supuesto poner patas arriba el mercado laboral y acabar con la certeza de la pensión por jubilación, gozaba de un amplio apoyo político y social. Sin embargo, tanto unos como otros pusieron bastantes "peros" a lo acordado y posaron a hurtadillas en una foto de familia que tuvo muy poco de familiar.

   Para los insaciables gerifaltes de la CEOE, lo acordado, incluyendo la supuesyta recuperación del diálogo social - que eso está por ver -, es un inicio, pero sólo eso, un inicio a partir del cual hay que seguir avanzando para lograr que los actuales contratos basura sean aún más basura, que el trabajo salga más barato, dando igual la calidad del mismo, que las cotizaciones cuesten lo mismo pero recortando más los derechos sociales del trabajador y, en definitiva, que se haga más para que los que más tienen tengan más.

   Por su parte, UGT y CCOO siguen pretendiéndolo todo e intentan seguir pareciendo sindicatos después de haber trincado la pasta del patrimonio sindical acumulado que les largó Zapatero para comprar su silencio. Coger dinero e intentar luego ponerse dignos es más patético que reconocer abiertamente que están a lo que ordena el Gobierno y el gran empresariado español. El papelón de Méndez y Toxo tuvieron que interpretar ayer en La Moncloa pasará a la parte más negra de la historia del sindicalismo español.

   En cuanto a los grupos políticos, no quisieron ni pasarse por la residencia del presidente ni como espectadores y mientras los partidos de izquierdas mantienen un incómodo silencio para no tirarse al cuello de los dos grandes sindicatos, el PP se frota las manos pues ha logrado que el PSOE se posicione, por sí solo, como el gran defensor de la España privilegiada. Rajoy mantienen un mutismo que no ocualta el hecho de que para los populares las reformas son insuficientes, pero los conservadores saben que se puede apalear a una clase trabajadora, totalmente dormida en nuestro país, sin necesidad de hacer tanto ruido y, sobre todo, sin que el apaleado se dé tanta cuenta.

   En base a lo visto ayer, les adelantamos que esta tontería de acuerdo social no va a servir para nada. No significará la reactivación del diálogo social pues no hay nada que dialogar con unos sindicatos que duermen con el enemigo, no supondrá la creación de empleo, ni bueno ni malo; no va a satisfacer al primitivo empresariado español y ni tan siquiera dejará contentos a los insaciables y carísimos ineptos de Bruselas.