BOLETÍN INFORMATIVO DISIDENTE NACIONAL REVOLUCIONARIO

lunes, 27 de febrero de 2012

HOMOGENEIDAD SOCIAL



Japón tiene fama de ser un país cerrado y xenófobo. Estos calificativos puestos por los mismos tontos útiles de siempre se basan en que apenas hay un millón de inmigrantes trabajando en una población de casi 128.000.000 personas. A destacar además su estricto control de inmigración. Pero ni ellos mismos pueden negar que una entrada mayor de inmigrantes, como así exigen muchos empresarios (liberales, cómo no), provocaría conflictos sociales.
Sin embargo Japón, poco a poco, va disminuyendo su control de inmigración. Seguramente "soplada" por los liberales. Hace cerca de dos años ampliaron el periodo de residencia de tres a cinco años. También quitaron la necesidad de tener el permiso de entrada cada vez que salgas del país (que por cierto no era gratuito, y esto concretamente no es que me parezca mal del todo, pero me parece bien que se controle quién y cuándo sale uno del país). Pero siguen siendo calificados de "cerrados" y "racistas". Confío en que la gente que así les etiqueta haya tenido la experiencia de vivir en una misma casa con extranjeros de varias nacionalidades, así a lo mejor comprenden un poquito el problema que supone la inmigración en un país, no solamente económica.
La "homogeneidad social" es eso, una sociedad unida y concienciada. En Japón, y no es que sea gran conocedor de esta próspera nación, creo que es perfectamente viable al tener unas características casi idénticas en todo su territorio, sin olvidar a los Ainu.
En España, sin embargo, es algo más complejo pero no imposible. En realidad formamos parte de un mismo pueblo, tenemos una historia en entrelazada, una misma tierra que es Iberia, una misma sangre y un mismo legado que es, especialmente, el grecorromano. Obviando también los diferentes aportes de otros pueblos europeos.
Nuestras diferencias son ínfimas. No hay diferencias de sangre sino de costumbres y lenguas, cuya solución perfectamente pueden ser los FUEROS. ¿Qué diferencia hay entre un catalán, un gallego, un andaluz y un castellano? Ninguna más allá de sus costumbres, como su lengua y sus tradiciones. Nuestro pasado tiene muchas más semejanzas que diferencias.
Es por eso que la homogeneidad social no es tan dispar.Nos ahorraría conflictos con otros pueblos si se impusiera un control más estricto con la inmigración (choques culturales), se ahorrarían las injustícias que con ellos aprovechan los capitalistas-liberales (bajos salarios y explotación), yestrecharía lazos sanguíneos con nuestros parientes de sangre (pueblos europeos). Y es que no te puedes entender con quien no te entiendes, no hace falta tener un máster para saberlo.
Se sabe que a hijo caballero, nieto pordiosero. La Caída de Roma es un claro ejemplo, venida por la corrupción y la mezcla de sangre. Nuestra España Imperial ha sido un hijo caballero, consciente de su legado, y que nuestra sociedad es el nieto pordiosero, que ignora su sangre, desprecia su cultura y se avergüenza de su herencia.
Todo pasa por CONCIENCIAR, para hacer pensar. Sabemos de sobras que el estilo rebelde sin-causa es una pérdida de tiempo. En fin, cada uno en su casa y Dios en la de todos.

Extraído del blog Battle Serk.

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