BOLETÍN INFORMATIVO DISIDENTE NACIONAL REVOLUCIONARIO

jueves, 23 de febrero de 2012

LAS CÁRCELES MADRILEÑAS CONFIRMAN EL BINOMIO DELINCUENCIA-INMIGRACIÓN


La inmigración aporta el 83% de los ingresos de la última década

Esta saturación se debe al espectacular incremento de encarcelamientos de delincuentes extranjeros. En la última década han protagonizado el 83% de los ingresos de la región, frente al 17% las altas de españoles. La diferencia con los presos nacionales es tan desproporcionada, que mientras en el año 2007 la población reclusa española disminuyó en 333 internos, el censo de extranjeros aumentó en 445 delincuentes.

Los datos que confirman el binomio delincuencia-inmigración son múltiples. El centro penitenciario de Soto del Real, principal receptor de internos preventivos de los juzgados de la región, cuenta con una población extranjera cercana al 70%. También confirma el hecho, las cifras de delictividad de las mujeres inmigrantes. Seis de cada diez presas son extranjeras.

Los informes policiales de la región confirman la tendencia en prisiones. La Policía detuvo en 2007 en Madrid a 216 violadores, de los que el 71% eran extranjeros. El porcentaje de las víctimas es inverso, siendo las mayores damnificadas las mujeres españolas que padecen más del 60% de las agresiones.

De seguir así las cosas en poco tiempo en las cárceles madrileñas se consolidara un panorama de colapso, violencia e inestabilidad. Es un despropósito equiparar a todos los inmigrantes con delincuentes. Pero es un despropósito aun mayor obviar que el tsunami migratorio trae consigo un espectacular aumento del delito y de los problemas de convivencia. No se puede responder a una realidad de estas características ocultando o minimizando el problema, porqué la próxima vez que volviéramos a escuchar aquella pregunta; ¿Qué ocurriría si mañana regresaran a casa todos los inmigrantes?, alguien podría estar tentado a responder que el efecto inmediato sería la reducción de un 83% de los delitos comunes y un 70% de las violaciones.

Extraído del blog Moncla Resiste.

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