BOLETÍN INFORMATIVO DISIDENTE NACIONAL REVOLUCIONARIO

miércoles, 22 de febrero de 2012

MÁS DE 300.000 ESPAÑOLES SE HAN IDO AL EXTRANJERO DESDE EL INICIO DE LA CRISIS


La crisis económica y de empleo ha obligado a muchos españoles a buscar puestos de trabajo dentro y fuera del país, una posibilidad que muchos no se planteaban antes de que España entrara en recesión y empezara a disparar su número de parados.

La patronal CEOE, por boca del presidente de su Comisión de Economía, José Luis Feito, ha resucitado un viejo debate: el de qué hacer cuando un parado rechaza una oferta de empleo. Para ello, Feito se ha servido de los países escandinavos, donde retiran la prestación al desempleado que diga 'no' a una oferta aunque ésta se encuentre lejos de su lugar residencia (ahí es donde entra la ya polémica frase ¡Como si es en Laponia).
El autor de esta frase ha querido aclarar este martes las cosas y ha dejado en el tintero nuevas impresiones para la reflexión. Entre ellas, la de que muchas de las ofertas de empleo (ha llegado a decir que probablemente el 80%, aunque luego le ha quitado hierro a la cifra) se rechazan porque el puesto de trabajo ofertado implica el desplazamiento del trabajador entre comunidades, entre ciudades de la propia comunidad o incluso entre barrios de una misma ciudad.
En una España con 5,3 millones de parados, cifra que seguirá en aumento a lo largo de este año, las oportunidades laborales escasean y son muchos los que más que mirar dentro, miran fuera.
Numerosos estudios así lo acreditan y hay un dado que no deja lugar a dudas: por primera vez en la última década, en 2011 salieron más personas de España de las que entraron (507.740 frente a 417.523), una tendencia que, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), proseguirá hasta 2020.
Según un informe de Adecco, más de 300.000 españoles han emigrado en busca de trabajo desde el inicio de la crisis por la situación del mercado laboral, el incremento continuado del desempleo o la alta calidad de ofertas de trabajo de países como Argentina, Francia o Alemania.
De acuerdo con este informe, la mitad de los españoles que emigran elige el continente europeo como destino, aunque también se buscan oportundades en países latinoamericanos. Los que optan por abandonar España suelen ser jóvenes, de entre 25 y 35 años, sin responsabilidades familiares y con una elevada cualificación.
Efectivamente, los jóvenes son los más dispuestos a moverse por un trabajo. Otro estudio, esta vez de Randstad, apunta que dos de cada tres jóvenes españoles de 18 a 25 años, en concreto el 65%, estaría dispuesto a cambiar de país para conseguir un trabajo.
También es elevado el porcentaje de trabajadores de 26 a 40 años que se mudarían a otro país por un empleo (61%). Según Randstad, entre los de 41 y 55 años, la mitad se iría fuera de España para conseguir un puesto de trabajo, mientras que sólo uno de cuatro trabajadores con edades próximas a la jubilación cambiarían de país por un empleo.
Respecto a 2010, el porcentaje de las personas en edad de trabajar dispuestos salir de España en busca de una oportunidad de trabajo ha aumentado 18 puntos, desde el 42% al 60%, sobre todo por la difícil situación económica del país. Según Randstad, el perfil de los interesados en trabajar fuera de España se corresponde con el de un varón en paro, de entre 18 y 25 años.

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