BOLETÍN INFORMATIVO DISIDENTE NACIONAL REVOLUCIONARIO

viernes, 29 de junio de 2012

PASAJES DE LA HISTORIA


Junto a la famosa batalla de Krasny Bor, las jornadas más gloriosas de la División Azul se vivieron en el lago Ilmen, donde superando a los elementos y a un enemigo mucho más numeroso, la Blau cumplió con la misión encomendada.  

Compañía de esquiadores

Corría el día 7 de enero de 1942 cuando una ofensiva rusa destrozó a la División 290 de Infantería alemana. Los restos de esta y otras unidades de la zona, 593 hombres al mando del capitán Pröhl, quedan sitiadas por el Regimiento 140 de Infantería del 11 Ejército Soviético en la guarnición de Wswad, al sur del lago Ilmen, cerca del sector donde se encontraba la División Azul.

Unos meses antes, en noviembre, el general Muñoz Grandes -viendo como los rusos utilizaban patrullas de patinadores y esquiadores para atacar las posiciones aisladas y los puesto de vigilancia españoles-, decide encargar al teniente José Otero de Arce, la creación de una compañía de esquiadores dentro de la División Azul, para patrullar sobre el frente del lago.

Dado que los alemanes no tenían más tropas disponibles en la zona, se le encarga la misión de enlazar con los sitiados a los divisionarios. Recibida la orden la noche del día 9, al amanecer del día siguiente ya están preparados los esquiadores españoles para partir. Son 206 hombres, encuadrados en 6 secciones, comandados por el capitán José Manuel Ordás Rodríguez. La expedición cuenta con un médico, Pedro Sánchez Bejarano; un intérprete, el ruso blanco Constantino Alejandrovich, que había servido en la Legión durante la Guerra Civil. El tren de bagaje son 70 trineos con nueve fusiles ametralladores, víveres y munición para tres días, tirados todos ellos por pequeños caballos.

La distancia a recorrer son 30 kilómetros en línea recta, sobre las aguas heladas del lago. Pronto comprobaran como, las grietas sobre el hielo, les obligan a dar varios rodeos que aumentaran la distancia prevista. Ya a las 11 de la mañana del primer día llegan en un trineo tres hombres congelados e informan de las grietas del lago y de los muros de hielo infranqueables que les están retrasando la marcha. Poco después llega el sargento encargado de la radio, pues esta ha sufrido la rotura del generador. Muños Grandes seguirá la acción con mucho interés y a lo largo de los días no dejará de enviar mensajes de ánimo al capitán Ordás.

El día 11, tras 26 horas de marcha, los españoles han llegado a la orilla del lago, pero a causa de los desvíos han aparecido a 15 kilómetros al oeste del objetivo, en Ustrika, donde hay otra guarnición alemana. La compañía tiene ya 102 bajas por congelación, 18 de ellas muy graves, y ha perdido 30 trineos. Hay que tener en cuenta que estaba sufriendo temperaturas que rondaban los 50 grados negativos. La grasa de los cerrojos de los fusiles se fundía e impedía su funcionamiento, los alimentos eran como piedras y no se podía beber sin calentar el agua, pero sin hacían fuego delataban su posición al enemigo. Un ejemplo fue el catalán Ramón Farré Palaus, que por las congelaciones se le hubieron de amputar las dos piernas.

 
Capitán Ordás
Pasan las siguientes jornadas avanzando por la orilla del lago mientras sufren dures ataques de los bolcheviques, llegando incluso a la bayoneta para defenderse. Cuando el día 17 están próximo a su objetivo, reciben la noticia de que la posición de Wswad está cercada por 3000 esquiadores siberianos. Por el contrario, los españoles solo reciben el refuerzo de 40 letones de la 81 División de Infantería de la Wehrmacht. Nada de esto frenará la determinación de estos hombres para tratar de liberar a sus camaradas alemanes.

A las 8 de la mañana se inicia la ofensiva española que ocupa los poblados de Ma y Bo. Tras ocupar Shi, los soviéticos retroceden, para lanzar pronto un contraataque con dos batallones sobre la vanguardia española. Esta se ve envuelta, pero lucha con valor para abrirse paso. De los 36 hombres que la formaban, 14 mueren en el intento. Ordás recibe la orden de establecer una posición avanzada en Maloye Utschno, donde envía 20 españoles y 14 alemanes, que contactaran allí con supervivientes de otras posiciones, sumando finalmente, 23 españoles y 19 alemanes y algunos letones. El día 19 recibirán un gran ataque de los rusos, que cuentan con varios carros de combate. Se intenta socorrer a la posición, pero el enlace es imposible. Ordás envía al teniente Otero de Arce con otros 7 españoles al auxilio de lo que pueda quedar de la posición de Maloye. Les acompañará un panzer y dos secciones alemanas. Consiguen rescatar a cinco españoles y un letón, los únicos supervivientes.

 
Teniente Otero de Arce
En la madrugada del día 21, cuando volvían a la orilla del lago, estos pocos hombres consiguen contactar con la posición de Wswad, incorporándose poco después el capitán Ordás que se fundirá en un gran abrazo con el capitán Pröhl. Las escenas de hermanamiento se multiplicaban entre los soldados de ambas nacionalidades. Ahora queda el retorno. Pero los españoles, esos idealistas que formaban la 250, no se conforman con eso. El día 24 se presentan voluntarios para reconquistar Maloye y Bolsloye, pese a la insistencia de los alemanes para que desistan de ello. Se consigue el objetivo, pero a costa de más bajas. Cuando el 25 llegan a su destino, solo 11 hombres acompañan al capitán Ordás. De 206 hombres, solo retornaron 12. La acción del lago Ilmen había costado 194 bajas, pero desde entonces ya nadie volvió a dudar de la capacidad de la División Azul y aquellos hermanos alemanes les estarían eternamente agradecidos. El gobierno español supo recompensar a la unidad con la Medalla Militar Colectiva y con la Individual al capitán Ordás, la segunda de su carrera, y al teniente Otero de Arce. Los alemanes les otorgaron nada menos que 32 Cruces de Hierro.

Por su interés, a continuación copiamos las Operaciones de la acción, extraída del blog divisionazul.blogia.com.

 
Mapa de operaciones



Capitán Ordás a General Muñoz Grandes: « Quedamos 12 combatientes.... 
Todo esto pudiera ser solo literatura pero... Salieron 206 y quedan 12.
 
ESTO ES HEROÍSMO!! ¡ARRIBA ESPAÑA!

AGRADECIMIENTOS.
El General en Jefe.
 
C. G. Ejército a 21/1/42.
SR. GENERAL:
 
En el día de su cumpleaños, le expreso mis mejores y más sinceras felicitaciones y le deseo obtenga nuevos triunfos, al frente de su soberbia División' en nuestra lucha común.
 
Aprovecho la oportunidad para expresarle también mi especial reconocimiento hacia los bravos componentes de su División que para liberar la posición de Wswad, avanzaron sobre el Lago Ilmen y luego unidos con fiel espíritu de camaradería, con las tropas de la División... realizaron, tanto en la defensiva, como en el ataque gestas tan excepcionales.
 
Esta empresa, de auténtica camaradería, encuentra en todo el Ejército, las mayores alabanzas y justifica sienta Vd. y toda su División, la máxima de las satisfacciones.
 
Deseándole a Vd., mi General y a su brava División mucha suerte y nuevas victorias, quedo de Vd.,
 
Muy respetuosamente.
 

DEL GENERAL MUÑOZ GRANDES AL CAPITÁN ORDÁS:
 
Sobre Las heladas aguas del Lago y gracias a la bravura y espíritu de sacrificio con que lo atravesasteis para liberar a los héroes de W... ha rugido el león español.
 
En nombre del Caudillo os concedo, a ti Capitán Ordás la Medalla Militar y a todos los valientes que te acompañaron, la Medalla Militar colectiva.
 
Por la Patria agradecida os abraza.
 

CARTA DEL GENERAL JEFE DE LA DIVISIÓN
 
AL GENERAL MUÑOZ GRANDES


MI MUY RESPETADO GENERAL: 
En el momento en que cesan de estar a mis órdenes los valientes Soldados de su Compañía de Esquiadores, es para mí un deber ineludible expresar a Vd. mi agradecimiento y mi admiración por él arrojo temerario y heroico de sus soldados.
 
Ha sido para mí un honor poder tener bajo mi mando a estas excelentes tropas y motivo de especial satisfacción que con la concesión de 32 Cruces de Hierro a la Compañía haya cristalizado en forma palpable el reconocimiento de los Mandos Superiores.
 
Con la expresión de mi estima y con el deseo de poder volver, a saludarle personalmente, quedo de Vd.,
 

Muy respetuosamente.
 

SCHOPPER.

Una curiosidad. Un cómic japonés reflejando la hazaña.

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