NATION Be.-Los acontecimientos del 11 de marzo en Bruselas, la prohibición repentina y vergonzosa de la concentración prevista para conmemorar a las víctimas de los atentados del 11 de marzo en Madrid, fueron algo más que un obstáculo a la libertad de expresión y de reunión. Tras el análisis de los acontecimientos, incluso se podría decir que fue una emboscada en la que NATION afortunadamente no cayó.
Recordemos los acontecimientos
Este año, ya hace 5 años que NATION conmemora los atentados islamistas del 11 de marzo de 2004 en Madrid. Las primeras 4 veces, todo fue sin problemas, mientras que, además, la conmemoración transcurría por la noche, que siempre es algo más delicado para el mantenimiento del nivel de vigilancia.
Ningún precedente podía justificar la más mínima prohibición. Lo que también parecía confirmarse por nuestros primeros contactos con las autoridades.
El martes 6 de marzo, el organizador es convocado por la policía, ¡que confirma que la concentración está permitida! Por lo tanto, comunicamos por todas partes y de buena fe esta información: ¡nuestra reunión se permite!
El viernes 9 de marzo por la tarde, apenas 48 horas antes de la manifestación, giro de 180º a su vez en la ciudad de Bruselas, ¡que prohíbe cualquier reunión! Encomendamos de inmediato a la célula jurídica del Movimiento para poner en marcha las actuaciones legales ante el Consejo de Estado para revertir esta injusta decisión. Sabiendo que el juicio se dirá en el último minuto, no comunicamos nada acerca de la prohibición para evitar la desmovilización. Acostumbrados a estos problemas, también ponemos en marcha algunos planes alternativos.
Sólo el día antes de la manifestación a las 21 horas llega la decisión del Consejo de Estado. Decisión adversa en contra nuestra, mientras que el auditor del mismo Consejo había expresado él mismo sus dudas sobre la legalidad de la decisión.
Al día siguiente, activamos entonces los planes alternativos. La primera fase consiste en la recogida de personas que se presentan para el desfile y evitar así incidentes con la policía.
Desde el centro del ciudad, llevamos a un buen centenar de militantes a la plaza Saint-Denis, templo de la multi-cultura, donde una gran sala nos acoge para escuchar a los oradores que tendrían que haber hablado al final del desfile. Todo esto en medio de un gran temor de las fuerzas del orden que temen un enfrentamiento con las bandas locales.
Pero éstas, por una vez, tomarán un perfil bajo y, aunque a veces la situación fue tensa, los warriors en training no optaron en ningún momento por una confrontación que sabían que podría ser más ardua de lo habitual. ¡Felicitamos también a todos los cuadros y militantes del movimiento que ayudaron a que las cosas fueran bien!
Mientras tanto, un grupo de 30 militantes lograba llevar a cabo una acción ante la Gran Mezquita de Bruselas, ¡desplegando pancartas y carteles denunciando el terrorismo y la yihad!
Este grupo también se unió a nosotros y fueron por lo tanto casi 150 personas las que se quedaron en la sala para escuchar a los diversos oradores:
- Pascal Cornet: secretario nacional del Movimiento NATION, quien explicó la secuencia de esos acontecimientos.
- Jean Pierre Demol: otro dirigente del movimiento que lanzó un apasionado llamamiento a la resistencia.
- Lucas Pecharman de la Maison de l’Identité de Lille, quien recordó el referente europeo de este día y nuestro compromiso con la libertad.
- Friedrich Kisters y Eddy De Smet, miembros del Comité Ejecutivo de NATION, que recordaron el terrorismo de las bandas urbanas.
- Nuestro camarada Hugo de Troisième Voie, quien recordó que el terrorismo también era practicado por las fuerzas capitalistas occidentales por razones de lucro.
- Y, por último, nuestro camarada Jordi Garriga del MSR español, que vino especialmente desde Barcelona para traernos el saludo del pueblo español.
El día terminó sin incidentes.
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