Howard Lee, un informático británico de 26 años, ha sido condenado por un tribunal de Leicester (centro de Inglaterra) a seis semanas de trabajos sociales por negarse a informar de la hora a un inmigrante de origen subsahariano. El tribunal consodera probado que el demandado se negó a facilitar la información horaria por prejuicios raciales.
Los hechos transcurrieron el pasado 14 de febrero, cuando Howard Lee paseaba en compañía de su novia por una calle de Leicester. Un viandante de raza negra se acercó hasta ellos para preguntarle qué hora era. La pareja continuó su trayecto ignorando al subsahariano, quien comenzó a gritar acusando a la pareja de mantener una actitud racista contra él.
Las voces atrajeron a un numeroso grupo de inmigrantes y también a un agente de la Policía que se hallaba regulando el tráfico a escasos metros. El Policía requirió al inglés sus datos personales. A los pocos días, Howard Lee recibió una notificación judicial en su domicilio, que le conminaba a presentarse ante un tribunal de la ciudad. Su sorpresa fue aún mayor cuando las autoridades judiciales le informaron de que tendría que comparecer a juicio tras la denuncia presentada contra él por el africano, Mwesigwa Kutesa, de 31 años y de origen ugandés.
En la vista oral, Lee se justificó explicando que en la zona por la que paseaba eran frecuentes los robos y que temió que la solicitud de información horaria no fuese más que una añagaza del africano para comprobar si portaba algún reloj u objeto de valor. Unos días antes y a pocas calles de distancia, un ciudadano británico fue gravemente herido al ser asaltado por un extranjero extracomunitario.
El tribunal no consideró que el supuesto temor de Lee fuese razón suficiente para “despreciar” a Mwesigwa Kutesa y coligió que si el solicitante hubiese sido un británico de raza blanca, su actitud habría sido otra.
Howard Lee tendrá que prestar servicios durante seis semanas en un comedor social de la localidad e indemnizar al denunciante con 479 libras por los “daños morales” causados.
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