Las cifras demuestran el fracaso del sistema educativo en España, un 28,4%, hablan por sí solas, y que el 36% de la población entre 25 y 29 años tenga sólo la formación escolar básica, es decir, no han acabado la ESO (Secundaria Obligatoria hasta los 16 años) también. Cualquier gobernante con dos dedos de frente sabría que, o mejora esas cifras, o no hay manera de levantar la economía de su país. No hablo de un buen gobernante, hablo de un gobernante a secas, ya que hablo de economía, aunque sea la enseñanza algo tan sumamente humano.
La crisis ha sacado a la luz la baja o nula formación de la mayoría de la población que desea acceder a un puesto de trabajo, y se han tenido que crear cursos de reciclaje, cursos que en su mayoría copan los inmigrantes, y que la clase sindical aprovecha más para sí misma que para los parados.
Ahora nos asusta el alto desempleo juvenil, un 48,7%, pero aun más preocupante es que sólo un 27% de esa población joven tiene estudios secundarios superiores –Bachillerato o Formación Profesional de Grado Medio–, considerados una garantía de formación mínimamente cualificada para trabajar. Un informe del Ejecutivo comunitario dice que los jóvenes con estudios universitarios encuentran trabajo en la UE dos veces más rápido que los jóvenes con la enseñanza básica.
Todos estos jóvenes parados, deben competir con los millones de inmigrantes sin preparación que también desean acceder a esos puestos de trabajo precarios. ¿Tienen futuro esos jóvenes? La bomba social está más que preparada para explotar en nuestras calles.
Nos asustan los casi 6 millones de parados, pero no nos preocupamos en formar más y mejor a las nueva generaciones.
El presupuesto destinado a la enseñanza está por debajo del 5% del PIB. La mayoría de los países europeos destinan a educación más del 5%, nosotros alcanzamos el 5% en 2010, pero después cayó, y con este recorte, aun más… ¿No deberíamos de haber invertido más en educación en vez de recortar?
Es prioritario formar a los jóvenes para que puedan acceder a puestos de trabajo más dignos, y crear una generación bien preparada para poder maximizar los recursos económicos, naturales, energéticos, sociales, humanos… por el bien común de este país, pero no, la brillante idea es la de recortar 3.000 millones de euros.
Casi el 50% de os alumnos españoles estudian en la escuela pública, así que es de suma importancia mejorarla, e invertir todo lo posible para ello.
Nuestro país se caracteriza por el abandono escolar temprano, incluso por el resultado que nuestros alumnos de 15 años obtienen en las pruebas internacionales de la OCDE: el estudio PISA. Según el último informe PISA, de 2009, en Lectura, estamos en el puesto 34, cuando el promedio es el 27. En Matemáticas, España queda 36ª, 11 puestos más abajo que el resultado medio. En Ciencias, la diferencia de 12 puestos.
¿No deberíamos aumentar el presupuesto destinado a educación para mejorar esas cifras?
En los últimos dos años ya se ha producido un recorte en los presupuestos de Educación de más de 3.400 millones de euros por parte del anterior Gobierno y las comunidades autónomas, pero no les ha resultado suficiente.
Con estos nuevos recortes, a los que seguirán más ya que Mariano Rajoy afirma que: “Este es el kilómetro cero de una larga senda de reformas que terminarán solo con mi legislatura” no quiero ni pensar qué más nos va a quitar este especialista en dar tijeretazo a lo que no debe.
Los recortes harán que el número de alumnos por aula suba del 10% a un 20% el límite legal de alumnos por aula. Esto significa que se aumentará el número de niños en cada clase: pasan de 27 a 30 en Primaria y de 33 a 36 en Secundaria. A mayor cantidad de alumnos menos capacidad del profesor de formar a todos con calidad. Además con ese aumento muchos centros no contarán con el espacio físico suficiente en las aulas acorde con la legalidad, establecida actualmente en un mínimo de 2 metros cuadrados por puesto escolar (Real Decreto de 132/2010 de 12 de febrero).
El número de horas que los profesores destinan a dar clases será como mínimo de 25 horas en Infantil y Primaria y 20 en Secundaria, y se elimina el máximo. Hasta ahora, el límite establecido era de un máximo de 25 en Primaria y 21 en Secundaria. Lo que se traducirá en menos profesores en los centros.
No se cubrirán las bajas de los profesores de menos de dos semanas, esto es, que sus compañeros tendrán que suplirle, con el consiguiente sobrecargo al profesorado que para colmo no estará especializado en las materias que le toque impartir, que se traducirá en perjuicio sobre el alumnado. Hasta ahora, las bajas a partir de tres días tenían que cubrirse.
Todo este conjunto de recortes condena a la desaparición de las tutorías, que dejarán de ser prioritarias a la hora de ajustar, y ahorrar, horario/profesorado.
También se elimina, por el momento, la posibilidad de crear nuevos complementos retributivos o retribuciones variables.
Ya no será obligatorio que los centros oferten al menos dos de las tres modalidades de Bachillerato. Se podrá ofrecer solo una de ellas. Este cambio es permanente.
La Formación Profesional también se ve afectada, se aplaza el cambio previsto de los ciclos formativos de FP. Los módulos de FP media y superior de 2.000 horas comenzarán en el curso 2014-2015.
Para el gobierno solo importa lo que dictan los mercados, nada importa el perjuicio sobre la formación de futuras generaciones, y desde luego, no han pensado en bajarse el sueldo ¡Qué cosas por favor! Tampoco importa que sindicatos apunten a una pérdida de 50.000 a 80.000 puestos de trabajo.
El ministro de Educación, José Ignacio Wert, en febrero, reconoció que España no podrá cumplir el objetivo de la UE de reducir el porcentaje de abandono escolar prematuro a menos del 10% en el 2020 y que el objetivo sustitutorio del 15% planteado por España será muy difícil de lograr. Pero si que ponen todo su empeño en cumplir con las exigencias económicas, las humanas nada importan.
A los gobernantes se ve que les interesa, y mucho, mantenernos en la ignorancia, no sea que espabilemos demasiado ahora que nos acucia el hambre. Entre endurecer leyes para que, aunque protestemos pasivamente, nos detengan, y el hacernos tontos con una mala enseñanza, estos se aseguran que en los tiempos negros que barrunta el horizonte que ciñe Europa, los europeos no podamos, ni sepamos, defendernos de esta banda de chorizos, sinvergüenzas y explotadores al servicio única y exclusivamente del capitalismo.
Todo sea por cumplir con el FMI y las peticiones de la UE aun a costa de la formación de las futuras generaciones.
Carmen M. Padial
No hay comentarios:
Publicar un comentario