BOLETÍN INFORMATIVO DISIDENTE NACIONAL REVOLUCIONARIO

viernes, 20 de julio de 2012

EL AYUNTAMIENTO DE MADRID DECLARARÁ "FIESTA POPULAR" EL DÍA DEL ORGULLO GAY



H.O.- La fiesta es un lugar donde se disfruta y se celebra la convivencia. Sin embargo, el Ayuntamiento de Madrid pretende que sea un lugar donde unos vecinos insultan a otros bajo el beneplácito (y la subvención) municipal.
Eso es lo que sucederá si el Pleno de Madrid acuerda declarar “fiesta popular” el programa de actos del Madrid Orgullo Gay, probablemente, el foco más agresivo de ataques a los cristianos que hoy puede vivirse en las calles de una ciudad española.
El procedimiento para declarar fiesta oficial el Orgullo Gay se inició el pasado 26 de junio. PP, PSOE y UPyD lo apoyan. El Ayuntamiento ha abierto un plazo de 30 días para que los ciudadanos presente alegaciones.
El ‘número 2′ de Botella, de ‘botellón’
El señor con barba, en el centro de la imagen, es don Miguel Ángel Villanueva, vicealcalde de Madrid y concejal de Turismo.
Se encuentra en la plaza de Chueca, celebrando el último Orgullo Gay, que tuvo lugar entre el 27 y el 30 de junio pasados. ¿Sabe que en Madrid está prohibido hacer botellón en la calle? Quien incumple esta ordenanza, de manera tan flagrante, es nada menos que el vicealcalde.
Muchos vecinos del barrio de Justicia o de San Antón (que así se ha llamado toda la vida lo que ahora se conoce como Chueca) están hartos de la insalubridad y los ruidos de una fiesta que les impide descansar y disfrutar de las calles de este histórico enclave.
Sin embargo, la alcaldesa Ana Botella y los grupos municipales PP, PSOE y UPyD quieren “oficializar” una fiesta intolerante y desaprensiva con los derechos de los demás.
El Orgullo Gay es la pasarela anual de la intolerancia religiosa. Cada año, los organizadores y los participantes se superan en muestras de odio y burla hacia los cristianos. Este es el tipo de fiesta que la alcaldes Ana Botella y nuestros representantes municipales quieren convertir en fiesta oficial de Madrid, igual que San Isidro, La Paloma, San Antonio de La Florida o el Dos de Mayo. No es una decisión cualquiera.
Si el Orgullo Gay se institucionaliza, los organizadores, un conocido lobby gay con intereses muy lucrativos en una fiesta que gestiona en régimen de monopolio, no tendrán que cumplir la ordenanza municipal sobre ruidos (si es que alguna vez la han cumplido), disfrutarán de más subvenciones y se beneficiarán de otras ventajas para seguir ganando dinero a base de ofender a la mayoría de la población con sus burlas a las instituciones, las creencias y los símbolos de los cristianos.
La Constitución Española, artículo 16, y la Declaración Universal de Derechos Humanos, artículo 18, consagran la libertad religiosa como uno de los pilares de la convivencia.

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