BOLETÍN INFORMATIVO DISIDENTE NACIONAL REVOLUCIONARIO

miércoles, 30 de mayo de 2012

EL ALCALDE DE TORREMOLINOS (PP) CONCEDIÓ EL NOMBRE DE "LA PASIONARIA" A UNA CALLE DEL MUNICIPIO



Montes
Pedro Fernández Montes, alcalde de Torremolinos.
Es un caso abracadabrante que define hasta qué punto los complejos están incrustados en el ADN de la derecha liberal española. Mientras la izquierda exhibe a sus líderes históricos sin rubor y exalta orgullosa la autoridad moral de todos ellos (sic), los del bando ideológico contrario tienen que camuflar a los suyos, negarlos o someterlos a cambalache. Eso es lo que literalmente hizo el Ayuntamiento de Torremolinos, gobernado con mayoría absoluta por el PP, al pactar con Izquierda Unida que dos de las principales arterias del municipio llevasen los nombres de Manuel Fraga y de Dolores Ibárruri ‘La Pasionaria’.
Hace unos meses, el nuevo equipo de gobierno de Elche, controlado también por el PP, decidió retirar el nombre de ‘La Pasionaria’ a un parque público. Esgrimían razones incontestables desde el punto de vista histórico, entre ellas la inexistente relación de la dirigente estalinista con la ciudad de las palmeras. Los populares ilicitanos tampoco se arrugaron al decidir que Vicente Quiles, ex alcalde de la localidad en la época de Franco y el principal precursor de su transformación urbana, diese su nombre a una avenida como reconocimiento a toda su obra política y empresarial.
Torremolinos es por desgracia un caso aparte. Gobernado con mano de hierro por Pedro Fernández Montes, éste se trasvasa ideológicamente según las circunstancias. Perseguidor implacable de funcionarios y vecinos desafectos a su forma dictatorial de dirigir el arruinado municipio costasoleño, luego no es capaz de mantener el tipo cuando lo ‘políticamente correcto’ llama a las puertas de su Ayuntamiento. Y quien dice el tipo dice también los principios y los valores, si es que el pella sabe siquiera lo que eso significa.
 En poco tiempo le hemos visto inaugurar con gran boato una feria dirigida al mercado gay, hacer guiños a las feministas radicales, pastelear con la creciente población magrebí, revertir la orientación de la oferta turística en beneficio de lesbianas y homosexuales, acudir a un congreso de Comisiones Obreras para actuar como el perfecto anfitrión o conceder a la ex líder comunista de tan trágico recuerdo nada menos que el nombre de una de las calles más emblemáticas de una ciudad concebida para el turismo por algunos de los representantes más acrisolados del franquismo, a finales de la década de los 50.
Algunos creen que, en este temor atávico de algunos líderes de la derecha a defender sus posiciones ideológicas y morales, radica la aplastante fuerza de la izquierda a la hora de validar socialmente sus siniestras teorías. Es decir, tan inverosímil es que un Ayuntamiento del PP decida inmortalizar el nombre de ‘La Pasionaria’ en el callejero urbano como lo sería que una institución municipal controlada por la izquierda promoviese otro gesto similar para reivindicar las figuras históricas de Gil Robles, Calvo Sotelo, Blas Piñar o el dramaturgo Muñoz Seca, entre otros. La diferencia es concluyente y al mismo tiempo desalentadora para los que creen en la superioridad ética de determinadas posiciones.
Es muy lamentable tener que reconocer que, mientras la izquierda defiende con uñas y dientes sus principios hegemónicos, los dirigentes del PP se sienten enteramente desvinculados de los que comparte la mayoría de sus votantes. Más todavía: muestran una total indiferencia hacia ellos. No creen en casi nada, en definitiva. Eso prueba el por qué pocos apuestan hoy por un cambio drástico en determinados asuntos de la vida nacional tras la victoria electoral del PP, tales como las leyes educativas, las de género, las abortivas, el matrimonio entre personas del mismo sexo o la laicidad extrema del Estado. A tal indiferencia les ha llevado quienes, carentes de todo compromiso ético o agarrotados por las exigencias del guión liberal, han convertido al PP en una especie de club privado, que funciona en el vacío y a contrapelo de los errores socialistas, ajeno a la palpitación del cuerpo social al que debía representar.

Marbella Resiste no comparte muchos puntos del artículo pero aún así hemos visto conveniente el editarlo en nuestro Boletín para demostrar la estrecha colaboración de partidos, supuestamente, tan dispares ideológicamente pero a los que les une un sentimiento común en favor del sistema imperante. ¡PSOE Y PP LA MISMA MIERDA ES! ¡IU TRAIDORES TAMBIÉN!

No hay comentarios:

Publicar un comentario