VEINTE NEGROS ASESINAN A UN JOVEN BLANCO Y DEJAN GRAVEMENTE HERIDO A SU PADRE EN LONDRES

El joven Luke.

Bernard Fitzpatrick, un padre británico de 56 años de edad se debate entre la vida y la muerte tras ser apuñalado cuando trataba de proteger a su hijo Luke, de 25 años, de un ataque perpetrado por una banda de negros tras el partido de la final de Champions que enfrentó al Chelsea y al Bayern de Munich.

Padre e hijo se encontraban en un pub de Dollis Hill, en la capital inglesa, cuando un grupo de unos 20 jóvenes negros encapuchados irrumpieron en el bar armados con palos y cuchillos. “Parecían una manada de lobos”, indicó a la Policía uno de los testigos.

Sin que mediara discusión alguna, los negros arrastraron al joven Luke hasta la calle y lo apuñalaron hasta morir. Testigo de la tragedia, el padre de Luke trató desesperadamente de salvar la vida de su hijo interponiéndose entre él y los asesinos negros. Recibió cuatro puñaladas además de sufrir contusiones en varias partes de su cuerpo.

Según testigos, los jóvenes son conocidos en la zona por sus conflictos con vecinos de raza blanca. Algunos incluso son menores de edad.

“Es repugnante lo que ha pasado. Luke nunca había hecho nada malo a nadie en su vida. Las cosas malas suceden siempre a la gente buena”, sostiene un amigo.

Katy McKeon, de 22 años, una amiga de Luke que lo conocía desde niño, destacó la calidad humana del fallecido, así como su sentido de humor. “Era una persona buena e increíblemente simpática”, dijo.

La comunidad de Dollis Hill se halla consternada por el suceso y lamenta la inhospitalidad de una zona que hasta hace unos años era famosa por la tranquilidad en sus calles. “La violencia se ha desatado por culpa sobre todo de las bandas de negros. Yo estuve allí el sabado y fue algo como sacado de una película de terror”, indica otro amigo de Luke.

“Fueron unos 20 jóvenes negros, todos con sus capuchas y armados con palos, bates y cuchillo. Entraron en el pub y comenzaron a tratar de atacar a la gente. Fue realmente aterrador”, añade.

Tanto la madre de Luke, Constance, de 56 años, como su hermano de 21 años, se encontraban en Mallorca durante el luctuoso suceso.

Los amigos de Luke han querido aclarar que su asesinato no vino precedido de ninguna discusión futbolística. “Había un ambiente relajado en el pub. Luke estaba viendo el partido, pero no tenía ningún favorito, su equipo era el Arsenal”.

Según parece, los asesinos tuvieron un percance con un hombre blanco de mediana edad dos horas antes. El hombre bajaba del autobús cuando fue abordado y golpeado por los negros. Posteriormente se dirigieron a una tienda y tuvieron una violenta discusión con el encargado.

Como suele ser habitual cuando la víctima mortal es blanca, la mayoría de los medios ingleses ha ocultado la noticia.


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