Sin ninguna duda, los sinpapeles se han convertido en la fuerza supranacional más influyente del mundo, en el grupo de presión más fuerte, para ellos las fronteras simplemente no existen, las violan a tenor de sus caprichos y, una vez dentro del país elegido, se mueven como Pedro por su casa, insistiendo en sus derechos por los que nunca hayan luchado, sin solidarizarse en un solo momento con los famélicos nativos, que ya se suicidan por impotencia y frustración.
Se cobijan en lo políticamente correcto, flósculo que sólo vale en los países europeos, inventado por el gobierno global disfrazado de la ONU, que mira con indiferencia las matanzas en masa de los cristianos en los países islámicos, al genocidio cuyas víctimas son los boers en Sudáfrica, la violación de los derechos humanos en China, Corea del Norte, Cuba…
Los Sinpapeles sin Fronteras, -cada vez más agresivos y que no dejan de venir en masas a pesar de que España prácticamente está en quiebra y no puede atender ni las necesidades más básicas de sus propios ciudadanos-, han sometido a su dictado a los gobiernos sin tener en cuenta las siglas y los colores, vía organizaciones eclesiásticas cristianas, varias ONG-es que se han acoplado a este colectivo para sobrevivir conviviendo con él en una simbiosis parasitaria, vía abogados viciados y, sobre todo, todos los sectores de la izquierda que, en su ceguera no se dan cuenta de que traicionan a la clase obrera nativa, incitando a que a un pequeño y limitado mercado laboral, se cuelen cada vez más solicitantes de trabajo lo que rebaja el precio de mano de obra a los niveles más insospechados, cuando su razón de ser, -según ellos-, es precisamente luchar por los derechos laborales. Y estos derechos laborales, gracias a las laxas políticas inmigratorias y tanta progresía y solidaridazzz, se han quedado en agua de borrajas, con lo cual el conservadurismo más duro y retrógrado ha cumplido su objetivo. Y allí es donde coinciden los intereses de estos dos polos supuestamente opuestos, ambos viven de la inmigración ilegal.
El mismísimo Marx, -como se puede deducir del arriba expuesto el más fiel siervo del capitalismo salvaje-, dijo que, cuando la demanda de trabajo supera la oferta, cae el precio de mano de obra, la consecuencia directa es la caída de consumo, lo que a su vez provoca el cierre de empresas, aumenta la presión a las arcas sociales cuyos fondos enrojecen cada vez más, hasta conseguir el color de sangre. Y la crisis se convierte en ruina, en un paisaje social asolado, y de allí hasta la tragedia helena, -nunca mejor dicho-, no queda ni medio paso. Y los mercados frotándose las manos.
Luego vienen las sorpresas ante el crecimiento de los partidos identitarios en casi todos los países europeos, y los gobernantes de turno se escandalizan, incapaces de leer el mensaje que les manda el pueblo, harto ya de tanta tomadura del pelo. THE GAME IS OVER, señores, resuena en cada voto otorgado a las políticas que luchan por los derechos de los autóctonos, o cambiáis de actitud, o aquí puede ocurrir de todo. Y lo que exigen los votantes de estas opciones no es nada ilegítimo, ellos solo insisten en que se respete el Pacto Europeo sobre Inmigración y Asilo, refrendado en el Consejo Europeo el 16 de octubre de 2008 por los 27 países miembros de la Unión Europea, en el cual se establecen como principales objetivos conseguir una inmigración legal y ordenada, luchar contra la inmigración ilegal y favorecer la integración de los inmigrantes legales mediante un equilibrio de derechos y deberes. En esto mismo insistió Mariano Rajoy en la campaña electoral, no obstante, hay algunos puntos que crean confusión. Por ejemplo, hay que explicar cómo es posible otorgar a los inmigrantes un visado para buscar trabajo en un país en que trabajo no hay, qué tiempo tendrán para realizar esta misión imposible que es la búsqueda de una aguja en un pajar, quién les va a mantener durante todo este tiempo…
Por otro lado, queda por solucionar la cuestión de atención sanitaria de los irregulares, y la propuesta de que de ello se encarguen distintas ONG-es es nuevo atraco al bolsillo del contribuyente español, -quien si tendrá que pagarla-, ya que todas estas organizaciones que no pertenecen al gobierno están subvencionadas por este mismo gobierno al que no pertenecen, quiere decir del dinero público, pero como el dinero público no pertenece a nadie. Carmen Calvo dixit…
Al gobierno actual, igual que a la oposición, debería alertarles el hecho de que, -según lo que puede deducirse de las cifras oficiales publicadas por el INE y el Banco Nacional, España se ha convertido en un país emisor de emigración productiva y regularizada en sus países de origen y, en cambio, en un país receptor de masa inerte improductiva, subvencionada y de escasa o nula calificación profesional que gasta mucho más de lo que genera.
A todo esto, los países extra comunitarios expulsan sin complejos a los inmigrantes ilegales, -es muy ilustrativo el caso de China, que va a enseñarles el camino de casa a todos, incluidos unos 3.500 españoles – sin que nadie les pegue hostias por falta de respeto a los fundamentales derechos humanos.
Branka Berberijan
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