ADIÓS ¿CAMARADAS?, ADIÓS

 Juan A. Llopart para TdE/Algunos esperan el 20N con mucha ansiedad. No, no esperan esa fecha para salir a la calle en memoria de Franco, ni tan siquiera por José Antonio Primo de Rivera; tampoco lo anhelan algunos -supuestamente más revolucionarios- que unían a José Antonio con Buenaventura Durruti. Están ansiosos por otro señor, un señor que no les llega ni a la altura de los zapatos a ninguno de los cuatro citados, lo están por José Anglada Rius. Su ansiedad es por saber si este populista, falsamente llamado identitario, saldrá elegido como diputado por la demarcación de Barcelona, en las próximas elecciones generales del 20N.

Si queréis que os diga la verdad, yo también estoy ansioso por que salga elegido. Lo digo en serio, deseo de todo corazón que salga elegido diputado. Es lo mejor que le puede pasar a la llamada, por algunos, Área Social-patriota. ¿Por qué? Muy sencillo, porque así todos los oportunistas, los dubitativos, los falsos, los pesimistas, los aguafiestas, los gilipollas, los traidores de siempre, los zancadilleros, los cizañeros, los chaqueteros, los arribistas, los criticones profesionales y un largo etcétera de “istas” y de “eros”, nos dejaran trabajar a los demás en paz.

Muchos de los “istas” y “eros” antes citados, eran los primeros en berrear para imponer célticas, anteponer la Falange del 36 o la España nacional-católica de Franco; pasear con botas y tirantes o camisetas de KKK; eran los primeros en criticarnos por querer hacer política propia del siglo XXI, y nos venían con aquello del “rojo que vuela a la cazuela”, el supremacismo blanco, la lucha armada, e incluso nos ponían como ejemplo de militancia al PCEr, los GRAPO o a Herri Batasuna y a la misma ETA por su poder popular. Nos llamaban separatistas por utilizar en Cataluña el catalán, o asesinos por aceptar los tres supuestos del aborto. Incluso alguno nos hablaba del IV Reich en devenir, o nos contaba la importancia de la masa encefálica en las razas –como si ellos hicieran uso de ella–, o nos invitaban a visionar ovnis en busca del último Avatara. Nos criticaban nuestros postulados sociales –por rojos, nos decían– o nos culpaban de boicotear la “unidad patriota” por no aceptar –nosotros– unir lo que no considerábamos unible ideológicamente.

Hoy, esos mismos ¿camaradas? nos critican por querer hacer política sin renunciar a nuestras raíces ideológicas; nos dicen que la ideología es un lastre, que lo que vale son los votos, aunque para conseguirlos tengan que meter la mano ¡¡y la cabeza!! por el posaculos del inodoro; nos pretenden poner como ejemplo de patriota e identitario a un energúmeno castellanofóbico como Heribert Barrera. Y esos mismos que hasta hace cuatro días ponían el medidor de banderas españolas al MSR –como si no nos hubiéramos definido siempre como patriotas y socialistas–, ahora justifican ir a actos donde el trapo de la estelada es la bandera por excelencia, a la par que esconden la bandera nacional en la lavandería.

Los tiempos han cambiado, la sociedad de consumo, oportunista, rastrera y egoísta a calado también en muchos de aquellos que otrora decían ser camaradas y tener Principios. “Bienvenidos los tiempos difíciles porque ellos apartaran a los cobardes de nuestras filas”.

Bienvenido José Anglada, sal como diputado electo, dile a los amigos de tus amigos, esos que habitan en Israel, que te financian toda la campaña, pídeles que al margen de Salvador Sostres, también hable bien de ti la Rahola; exígeles que te faciliten rápido los avales necesarios; sal elegido, de verdad, consíguelo, serás mejor que cualquier desinfectante o antiséptico, haz que todos los que todo te lo perdonan, se unan a ti, consigue por favor, lo que tanto anhelas: esa acta de diputado. Yo, como muchos, te lo agradeceremos. Tú limpiarás nuestras cloacas sin pretenderlo, tú sanearas nuestras filas, tú serás la mejor medicina para curar nuestra enferma Área.

Y es que, aunque quedemos pocos, aunque no tengamos muchos medios, y nos cueste mucho tiempo conseguir éxitos visibles, por fin, los hombres y mujeres patriotas y comprometidas podremos trabajar tranquila y dignamente, sin estorbos, sin obstáculos, con voluntad y sabiendo que el de al lado está de verdad contigo, codo con codo luchando por los mismos ideales, por los mismos Principios, fortaleciendo una iniciativa de Valores, construyendo una Iniciativa Nacional de verdad, sincera, real y creíble.

Adiós ¿camaradas?, adiós, el último Avatara os guía… encontrad pronto el precipicio.