De David Lara para TdE/La mayoría de los medios de “desinformación” abrían hoy con el titular de “Los profesores españoles ganan un 32% más que la media de los profesionales de la OCDE”, y si uno seguía leyendo o escuchando la noticia se daba cuenta de por donde iban los tiros. Y es que, ante las reacciones de los primeros colectivos docentes y el apoyo que se estaban ganando entre la sociedad, el sistema ha optado por la estrategia de siempre, el “divide y vencerás”. ¿Cómo? Pues a base de manipular informes de la OCDE y de decir verdades a medias o enfocadas de manera que parezcan lo contrario de lo que son.
Si recordamos, esto ya lo hicieron con el tema de los controladores, con los taxistas o con cada colectivo afectado por recortes o medidas neoliberales. ¿Qué método sigue el sistema para que la sociedad de la espalda a cualquier colectivo y en cualquier circunstancia? Pues apelar a lo psicológico y a la manipulación.
Así, cuando alguien escucha la o lee que los profesores “no están tan mal pagados”, “no trabajan tanto” o tienen menos alumnos por aula que los de la privada y concertada o con respecto a otros países como Alemania, piensa, “pues tampoco deberían quejarse tanto, que estamos en tiempo de crisis” o “tienen empleo y sueldos fijos” o cosas por el estilo.
Sin embargo, lo que muchos no se paran a pensar es que, un profesor no sólo tiene que enfrentarse a la labor de enseñar, sino que lo hacen a niños o chavales de distintas edades, los tienen que educar (ya que en muchos casos están totalmente asilvestrados), les tienen que vigilar en el recreo, hacer de tutores, corregir sus exámenes, preparar el temario de cada día y trimestre, conocer los problemas y dificultades de cada alumno para poder ayudarlo mejor y, en muchas ocasiones, advertir de problemas de aprendizaje que en casa se desconocen precisamente por que pasan de sus propios hijos. Cosas así no hay sueldos ni tiempo que lo paguen porque su trabajo no termina al salir del colegio, termina en casa. ¿Cómo se les puede pagar el tiempo que pierden con su familia y amigos? ¿Qué será lo próximo, compararnos con Somalia para decir que no estamos tan mal?
Por no hablar de lo hipócrita y manipulador de las afirmaciones como que las aulas públicas están menos masificadas en comparación con las privadas o las alemanas ya que, proporcionalmente ni hay tantos colegios públicos como privados (de ahí que se tienda a la concentración de alumnos) ni es comparable la tasa de población infantil de España con la de Alemania si tenemos en cuenta los millones de habitantes que hay en cada país….
Sin embargo, si uno lee el informe directamente y no el resumen manipulado de los medios, descubre que, en comparación, los docentes españoles trabajan más, y en cambio la enseñanza es ya mediocre (por no usar otras palabras). ¿Qué ocurrirá entonces si reducimos el número de docentes y aumentamos las horas? ¿Harán como en el caso de los controladores y les meterán a golpe de decretazo una subida de horas a quienes no echen? ¿Tendrán que trabajar también los fines de semana o perder vacaciones? Recordemos que más horas no significan mayor eficiencia.
Por no hablar de los datos de bajas por depresión y ansiedad que hay entre el profesorado, sobre todo en la secundaria.
El problema es que el sistema pretende matar dos pájaros de un tiro: por un lado, que los padres no tengan que ocuparse de sus hijos y por otro recortar en educación de cara a una futura tendencia hacia la enseñanza privada en detrimento de la formación de calidad, que estaría reservada sólo a los más adinerados, con todo lo que esto supone.
Las quejas están más que fundamentadas, los docentes hacen lo que pueden con lo poco que tienen ahora, y, pese a ello, ver los resultados… así que es de sentido común apoyar y pelear junto a los docentes, más allá de los fantasmas de los sindicatos a que estos pertenezcan o a las “conspiracionesjudeomasónicoizquierdistas” de las que hablan quienes buscan la privatización.
La educación es un derecho y un deber, como lo son el defenderla a toda costa, dejando atrás prejuicios de cualquier tipo, y si hay que hacer recortes de algún tipo que se hagan, pero empezando por la casta política y financiera.
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