BOLETÍN INFORMATIVO DISIDENTE NACIONAL REVOLUCIONARIO

martes, 11 de enero de 2011

HOLOCUENTO

¿MURIERON REALMENTE 6.000.000?

Pretender contrarrestar más de 50 años de propaganda de atrocidades en estas breves páginas, resulta tarea harto ambiciosa. Lo que se desea, sin embargo, es que el lector inteligente y movido por la curiosidad y el afan de saber la verdad, disponga de los medios iniciales necesarios para poder responderse a sí mismo sobre tan discutida pregunta:

¿Murieron realmente seis millones?.

A la luz de los datos matemáticos, de los descubrimientos históricos realizados cada vez con mayor velocidad en tomo a este tema y del gran número de investigaciones científicas realizadas por historiadores de irreprochable seriedad que surgen en muchísimos países de cultura europea, se llega a la conclusión definitiva de que JAMAS fueron geseados seis millones de judíos:
 
Resumamos esto con algunas ideas básicas:

1) Hitler jamás tuvo a su alcance a seis millones de judíos. Además, las estadísticas de parte judía sobre población mundial antes y después de la guerra, demuestran que jamás desaparecieron seis millones de judíos. En los países ocupados por Alemania habitaban unos 3 millones de judíos. Pero resulta que ya en 1965 el número de personas vivas que exigían indemnizaciones del gobierno de Bonn era de 3.475.000, cifra que no ha hecho más que crecer hasta nuestros días, y cuya mayor parte está formada por judíos. De lo que se deduce que los muertos judíos en la 11 GM por todas las causas (muerte natural, condenados como saboteadores, de hambre y tifus en 1945, etc.), sería del orden de millares y no de millones.

2) No existe en lugar alguno una orden escrita o hablada de Hitler en el sentido de iniciar el "genocidio".

3) De seis millones de judíos debieran producirse, necesariamente, cientos de millones de pastillas de útil jabón. ¡Nadie tiene una sola pastilla que analizar! Ni siquiera un trozo de una de ellas perdida en cualquier lavabo de toda Alemania. Así pues, nadie hizo nunca jabón con la grasa de los judíos. Se trata de una mentira.

4) Tampoco han sido encontradas las famosas pantallas de piel de judío en ninguna lámpara. Otra mentira.

5) De los 27 grandes campos de concentración alemanes, aproximadamente la mitad cayeron en manos de los aliados occidentales. En estos campos la investigación ha sido tan suficiente y tan evidente, que ya nadie se atreve a afirmar que allí existieron cámaras de gas. Esto es aceptado ya oficialmente. Por lo tanto el genocidio debió llevarse a cabo en los campos del Este. Reflexión: a) Es matemáticamente imposible que en ninguno de los campos caídos en manos aliadas se gaseara a nadie y, casualmente en todos los del Este, en los que resulta imposible una investigación, sí. Tan difícil corno pretender que trazando una divisoria que nadie conoce de antemano, lancemos 27 monedas al aire y, absolutamente todas las caídas a la izquierda lo hicieran "cruz" y las de la derecha cayeran ???cara". b) Si hasta el día de hoy se nos ha asegurado hasta la saciedad que Dachau, Buchenwald o Mauthausen eran campos de exterminio? lo que ya hoy está probado como falso; ¿por qué motivo habremos de creer que Auschwitz y Treblinka, en el Este, sí son realmente campos de exterminio?.

6) Las confesiones y firmas de documentos de los responsables alemanes, fueron obtenidas por los aliados mediante torturas que acabaron casi siempre en la muerte. Los autores de tales declaraciones no pueden por tanto explicamos de qué modo les fueron extraídas dichas "confesiones". De lo que extraemos que el valor histórico y judicial de tales pruebas es nulo.

7) La masiva y repetitiva propaganda de atrocidades que no ha dejado de crecer desde 1945 hasta hoy en todos los medios de comunicación contra los alemanes, contra Hitler y los nacionalsocialistas, tienen forzosamente unos beneficios y un beneficiario.

8) Observemos que Alemania debe pagar ¡5.000 marcos! por cada presunto judío muerto, seis millones de veces 5.000 marcos al Estado de Israel ¿Un Estado que no existía en el momento de los "hechos"?. Ese estado pirata, crónicamente deficitario vive, pues, del dinero que el pueblo alemán paga por los "muertos" de Israel en una guerra declarada por ambas partes. Nunca un pueblo hizo negocio con sus muertos. Pero mucho menos con sus muertos vivos.

9) Con esta propaganda de atrocidades se intenta lanzar una cortina de humo sobre las realizaciones REALES que en el campo social, artístico, económico y político llevó a cabo Hitler y el Nacionalsocialismo. Y a su vez disimular ante la opinión pública los "crímenes de los buenos" que, bien reales, se cometieron sobre la población de toda Europa: bombardeos de terror masivos sobre mujeres y niños, ciudades hospital como Dresden, masacradas por el fuego, millones de alemanes aniquilados en el Este, el genocidio de las minorías étnicas de buena parte de Europa, el asesinato de personas por delito de opinión, entrega masiva de rusos anticomunistas a Stalin por los aliados y condenados a una muerte segura, el Goulag soviético, etc.

10) La propaganda que en los medios de comunicación no cesa, sino que aumenta, supone un chantaje político, económico, histórico y moral contra la población europea.
 
 

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