NUESTRA CRISIS ES LA DEL EMPLEO

   Banqueros, grandes empresarios, financieros y resto de especuladores de cualquier pelaje, se arrepentirán de estar obligando al Gobierno de la Nación a tomar decisiones que les están enriqueciendo de forma desmesurada al precio de empobrecer a la mayor parte de la España productiva. Al igual que Zapatero no vio la crisis hasta que le pegó en la cara, ese reducido grupo de grandes capitalistas no se está dando cuenta de que el cambalache especulativo que se han inventado con esta crisis para vaciar las arcas del Estado y los bolsillos de la España asalariada nos está empujando irremisiblemente a una " década perdida " a la japonesa.

   Al cerrar 2010 con una cifra de paro que supera los cuatro millones cien mil desempleados y, lo que es peor, con la certeza de que la creación de puestos de trabajo permanecerá estancada durante años, es justamente la del desempleo de la crisis - y esta si será verdad - que los españoles sufriremos durante más timepo y que condenará a nuestra economía a unos índices de crecimiento negativos, que sólo aparecerán maquillados por la riqueza generada por el sector financiero, por los especuladores. Y como nos ha demostrado la actual situación económica, la especulación produce beneficios envenenados que provocan un inasumible daño social para beneficiar a unos pocos.

   Cuando las instituciones hablan de crisis económica, financiera, monetaria, de deuda, se refieren únicamente a las situaciones que afectan a esos mercados etéreos que nos son ajenos a la mayoría de los mortales, salvo cuando toca pagar sus inexistentes facturas. Esas no son ni serán nuestras crisis. La crisis del asalariado, de la economía familiar media, es la del empleo, la de la falta de trabajo que ni tan siquiera se va a ver compensada con la próxima aparición de esa nueva generación de empleo basura que será el resultado inmediato de la reforma laboral.

   Torpes, muy torpes, han estado ahí los empresarios, los de verdad, no esa pandilla de grandes parásitos que manda de facto en la CEOE, sino ese pequeño y mediano empresario que es el 75% del tejido económico nacional y el gran productor de empleo del país.

   Ya que el futuro del empleo no puede, no debe, quedar en manos de unos sindicatos que se han vendido al Gobierno y a esas élites económicas que realmente dirigen el país, sólo ese gran empresariado dispone hoy de la independencia suficiente para empezar a pensar en fórmulas que nos saquen del marasmo que estamos padeciendo en el mercado del trabajo.

   Si la España productiva no presenta alternativas serias e imaginativas para tecnificar y cualificar al empleado, y para crear un empleo que tenga el mínimo de calidad necesario para ilusionar al trabajador, no lograremos salir de esa atonía de productividad que es ya endémica en la historia de España.

   ¡ Debemos olvidarnos de la Administración pues no sólo no nos sirve sino que lastra a la economía y empezar a pensar en alternativas de productividad distintas a las actuales ! ¡ Si hemos sido capaces de que la economía en " B " en España supere el 20% del PIB, podemos levantar el mercado de trabajo a pesar del Gobierno y de los políticos de nuestra Nación ! ¡ POR UNA POLÍTICA NACIONAL SOCIALISTA POR, Y PARA, LOS ESPAÑOLES !