¿ DEBATE SUCESORIO EN AL QAEDA ?

   Tras el asesinato ( o supuesto asesinato ) de Osama Bin Laden surge en los gobiernos occidentales el miedo a la represalia de ese terrorismo internacional contra el que no parece haberse logrado gran cosa matando a su líder. Al menos eso es lo que están transmitiendo todos los gobernantes que insisten en dejar bien claro que la llamada "guerra contra el terrorismo" no ha terminado. Lo que traducido en dinero significa que van a seguir gastando miles de millones en dotarnos de una ficticia sensación de seguridad.

   Más aún, ahora resulta que ni tan siquiera el buscado terrorista saudí era ya tan importante en la etérea red de Al Qaeda y varios servicios de inteligencia han admitido abiertamente que el protagonismo de Bin Laden se había relativizado mucho en los últimos años. El que llevara cinco años viviendo plácidamente en un destino turístico de Pakistán, sin que conste que se moviera del lugar, parece apuntar a que su actividad en eso del terrorismo organizado no era tan intensa como cuando lo de Tora Bora.

   Lo que habría que plantearse ahora es si los Estados Unidos no han removido un avispero o incluso propiciado un "debate" sucesorio en el seno de la supuesta organización terrorista. De ser así, con la actual situación de vacío de poder en Al Qaeda y las ganas de venganza por parte de sus supuestos miembros, lo lógico es pensar que la facción más dura de la dispersa red sea la que tienen más "sufragios" para hacerse con el liderazgo y, en consecuencia, que las cosas pueden ponerse peor para nosotros, los occidentales.

   En cualquier caso, esto de Al Qaeda es como lo del asesinato de Kennedy, ha sido muy útil para hacer películas, pero nadie parece demasiado interesado en saber qué pasó. Es obvio que el ISI, el servicio de inteligencia pakistaní, estaba al tanto de que Bin Laden vivía allí y es también obvio que los norteamericanos estaban al corriente, pues así lo han manifestado es varias ocasiones, de que Pakistán consentía a la red de Bin Laden, si no colaboraba abiertamente con ella. Lo que no ha impedido que la secretaria de Estado, Hillary Clinton, se deshaga en elogios hacia Islamabad por la inexistente  cooperación para acabar con el terrorista. Quizá el hecho de que este país, profundamente islamista, tenga capacidad nuclear gracias a la colaboración de EEUU complica un poco más este extraño mosaico de lealtades, traiciones, medias verdades, mentiras y amplísimas zonas oscuras que los norteamericanos crearon con la excusa del 11-S, siempre con la entusiasta colaboración de los demás gobiernos occidentales, incluyendo al español.

   Lo único que ha quedado claro desde aquellos atentados es que el terrorismo se ha convertido en una magnífica excusa para poner en marcha carísimas maquinarias de guerra que no han dejado de costar dinero, muchísimo dinero, desde entonces. Probablemente la banca y esta actividad económica consistente en entenderse a tiros con el resto del planeta sean las únicas que no ha padecido la crisis económica ni las políticas de austeridad que sí sufren asalariados y pensionistas.