TdE/El deterioro de la actividad económica se acelera. Hasta el punto de que, según los datos de la Encuesta de Población Activa correspondientes al tercer trimestre, entre julio y septiembre, los meses de máxima actividad turística, la economía española ha destruido 146.800 puestos de trabajo. Es decir, 1.595 empleos diarios.
La velocidad de destrucción de puestos de trabajo se ha acelerado hasta el 2,11% anual, frente al 0,9% del segundo trimestre del año. Fiel reflejo de que el mercado de trabajo se está deteriorando intensamente.
El número de ocupados, 18.156.300, ha caído a niveles de 2005. Al destruirse durante la crisis 2,2 millones puestos de trabajo.
Si desestacionalizamos las cifras, el tercer trimestre del año se ha cerrado con 5.095.200 parados, con un aumento en 287.000 desempleados. Incremento que habría sido mayor de no haberse instaurado el desánimo entre los parados, provocando que ni siquiera busquen trabajo, por tener asumido de que no lo encontrarán. Dejando, por lo tanto, de ser considerados parados. Concretamente, a lo largo del último año la población inactiva aumentó un 1,8%.
La tasa de paro se sitúa en el 21,52% de la población activa, la más alta desde el año 1996, que es cuando se inicia el anterior ciclo alcista de la economía. Paralelamente, la tasa de ocupación, que refleja el porcentaje de ocupados sobre la población mayor de 16 años, experimento un fuerte retroceso, al situarse en el 46,9%, cuando en 2007 llegó a superar el 54%. Lo cual significa que sólo 4,7 de cada diez adultos tiene trabajo.
Por otro lado, el 17,92% de los cabezas de familia se encuentra en paro. Situación agravada por el hecho de que la tasa de paro entre los hijos que todavía viven en el hogar se sitúa ya en el 35%.
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