BOLETÍN INFORMATIVO DISIDENTE NACIONAL REVOLUCIONARIO

lunes, 22 de agosto de 2011

NO HUBO MENSAJE PARA LOS QUE CARECEMOS DE FE

EL SHOW DEBE CONTINUAR
 
   Es cierto que sorprende cómo el Gobierno del PSOE se ha volcado con la visita del Papa y hasta en las agencias e prensa se ha percibido un cierto toque de misticismo religioso en las crónicas ante unos discursos papales que no han respondido a ninguna de las carencias reales que tienen la sociedad.

   También es cierto que Benedicto XVI habla exclusivamente para aquellos que creen porque sí, es decir que tienen fe, y yo carezco de ella, pero reconozco que esperaba ver algo más de Juan Pablo II en el actual Pontífice, y creí que, aunque fuese por primera vez desde que los especuladores se inventaron esta crisis, el Papa se posicionaría al respecto. Para quienes creen, Benedicto ha dicho verdades como puños, para los demás mortales, no ha dicho nada que no resultara obvio o gratuito.

   Personalmente creo que lo que ha venido a visitar España se asemejaba mucho más a una estrella de rock que a la máxima representación de la Iglesia Católica y probablemente sea cierto, como defienden las autoridades de Madrid, que el nogociete ha sido rentable y que se ha hecho una buena caja. Sin embargo, también quise creer que la idea no era esa. Ha sido la excesiva avidez por hacer caja la que nos ha traído hasta aquí y, también personalmente, considero aberrante que bancos de los que han propiciado esta fingida crisis para convertirla en jornada de realización de beneficios, hayan contribuido al show papal.

   Sin duda, gran montaje mediático, con expertos en montar pifostios de esta naturaleza contratados y hasta un sofisticado y numeroso gabinete de comunicación destinado a la causa, aunque el Papa no ha explicado de qué causa hablaba.

   Llamó a rezar, a tener fe, a seguir creyendo en Dios y a las demás cosas que suele vender cada religión para mantener la clientela de su negocio. Pero no escuché a Benedicto hablar de familias que no llegan a final de mes, de millones de personas sin empleo, de gente que pierde sus casas a manos de los mismos bancos que han contribuido a su  tournée o de las más de 12 millones de víctimas de esa hambruna en la África de siempre, aunque es este caso buena parte d e a desgracia proceda de la labor de los especuladores sobre los alimentos básicos.

   Aquellos que tengan la suerte de tener fe pueden decir que la misión del papa no es la de resolver asuntos terrenales, sean económicos o políticos, quizá por eso no me sirve, porque yo soy terrícola, vivo en este planeta y no en otro.

   Y en mi total ausencia de fe y tras terminar el show, me pregunto dónde se meten luego todos esos millones de jóvenes que ayer decían ir por la vida defendiendo una existencia basada en unos principios cristianos, en una decencia, moralidad, honradez y bondad que no alcanzo a ver en ningún lado.

   Más allá del bailoteo y de esa especie de concurso de camisetas mojadas que provocaron en Cuatro Vientos las mangueras de los bomberos de Madrid, y tras releerme otra vez las palabras de Benedicto XVI, me quedan dos impresiones: la primera es el claro compromiso que tiene el Papa con los problemas espirituales de una Humanidad que ahora tienen problemas mucho más terrenales. Y la segunda es la de que, como bien dijo Freddy Mercury, el show debe continuar.

¡¡¡ AMÉN !!!


Extraído de un reputado columnista.

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