UN PLAN PENSADO PARA NO FUNCIONAR

 

 Mariano Rajoy ha expuesto con bastante detalle, en una entrevista con Europa Press, su proyecto económico si alcanza la Presidencia del Gobierno.

En realidad, Rajoy habla ya como inmediato presidente sin poder ocultar el precipitado triunfalismo que parece haber embargado a lospopulares. No obstante, y amén de que hay muchas clases de mayorías, podemos adelantar que el proyecto económico planteado por Rajoy no va a funcionar. Y no es porque los economistas del PP sean incompetentes, sino porque ese plan está pensado para no funcionar. Ni tan siquiera ha sido diseñado para cambiarlo todo con idea de que todo sea igual. El proyecto del PP está específicamente creado para perpetuar los errores que los políticos han cometido con las mismas consecuencias que estamos padeciendo.

Es seguro, en todo caso, que tan pronto ponga Rajoy en marcha su Gobierno, si finalmente sale vencedor de las elecciones, empezará a fluir de nuevo la liquidez. Pero será siguiendo el mismo cauce abierto por Aznar, ahondando en el consumo doméstico a través del endeudamiento de las familias más allá de sus posibilidades, con lo que quedarán, de nuevo, a merced de la voraz e inmoral banca española que, dentro de un par de legislaturas, probablemente cuando el PP salga del poder, siguiendo así la partidocracia bipartidista actual, volverá a plantear otra jornada de realización de beneficios creando, al igual que hoy, otra crisis ficticia. El resultado será que, también de nuevo, se pagará con fondos públicos esa imaginaria factura bancaria dejando a los españoles aún más endeudados.

No es casualidad que Rajoy tenga muy claro qué hacer con los aspectos tácticos del problema, recortando el desmesurado gasto de las autonomías, corrigiendo la ineficacia de las administraciones, ajustando recursos en todo el sector público, no prometiendo mejoras para los trabajadores e insinuando un empeoramiento en las condiciones de la contratación laboral para los asalariados. Pero, sin embargo, no quiera pronunciarse sobre los aspectos estratégicos. Por eso anticipa que no habrá recorte de precios en las energías, a las que el PP, sobre todo si hablamos de Endesa, tiene especial apego. Tampoco se compromete en ningún punto que pueda disgustar a los bancos o a la CEOE, y no ha sido capaz de hacer una promesa firme, expresa y clara, asegurando que no habrá más recortes en lo que queda de Estado del bienestar. Lo que es lo mismo que decir que nos vamos a encontrar más de lo mismo.

El problema del esquema del PP, que es el esquema de la España privilegiada, es que vuelve a caer en el error que ha convertido a nuestra economía en una de las más débiles y vulnerables, apoyando el crecimiento en el consumo interno a golpe de dinero bancario con intereses desorbitados. Favoreciendo, de nuevo, la creación de burbujas especulativas que nos explotarán en la cara cuando el PP ya no gobierne.

Posiblemente el PP terminará con la crisis, o al menos la suavizará, pero al precio de crear otra mucho más grave en un plazo de entre 10-15 años. Lo que expuso Mariano Rajoy a Europa Press es el sueño de la banca y la tormenta perfecta de las familias españolas.