BOLETÍN INFORMATIVO DISIDENTE NACIONAL REVOLUCIONARIO

jueves, 10 de marzo de 2011

8 de marzo: nada de celebrar

Desde el MSR queremos denunciar la hipócrita actitud de los partidos y políticos del sistema, que han convertido el 8 de marzo, día de la mujer trabajadora, en un día de celebración sin apenas connotaciones reivindicativas.

Para nosotros, el 8 de marzo debe ser una jornada de recuerdo, de homenaje y ante todo, de lucha, nunca de “fiesta” o “celebración”. Porque debemos recordar a todos aquellos que han posibilitado que la mujer se incorpore al mercado laboral, debemos recordar los hitos en este sentido y homenajear a esas mujeres que han sabido compatibilizar la creación de una familia con sus competencias profesionales pese a las trabas que la sociedad le ha impuesto. Son modernas heroínas en un mundo en el que la familia se destruye poco a poco. Pero eso no es todo… Cargando un día como el 8 de marzo de efemérides, enlazándolo con ideas feministas, convirtiéndolo en una fiesta y limitándolo a discursos vacíos de nuestros pésimos gobernantes, no conseguiremos que la situación cambie… y ésa es la clave. Queda mucho, muchísimo por hacer.

Las cortinas de humo y la manipulación de datos por parte del Gobierno no puede enmascarar la tragedia de miles de mujeres desempleadas, miles de mujeres que cobran menos que los hombres realizando el mismo trabajo, o de miles de mujeres que trabajaron toda su vida en el campo para finalizar su vida sin pensión ni ayuda de ninguna clase.

La gravedad de la situación puede resumirse perfectamente con dos cifras. En febrero de 2011, cada día quedaron en situación de desempleo en España 200 mujeres, ¡200 al día!. Por otro lado, en territorio europeo, las mujeres ganan un 17,5% menos que los hombres en los mismos trabajos. ¿Es esto motivo de celebración?

Desde el MSR queremos alertar, asimismo, del peligro que supone la llamada “crisis” para la mujer. Ya no sólo por los efectos económicos directamente relacionados con ella, sino porque cientos de empresarios utilizan la dichosa palabra, “crisis”, para justificar despidos a mujeres que se quedan embarazadas, reducciones arbitrarias de jornada o diferencias salariales. Los trabajadores y las trabajadoras ya no podemos apretarnos más el cinturón; les toca a los de arriba reducir su margen de beneficios, y desde nuestro movimiento transversal y revolucionario siempre lo vamos a recordar, pero sin dejar de luchar por nuestro más alto objetivo: la socialización de la empresa.

¡Por un 8 de marzo de homenaje pero también de lucha!

¡Por un 8 de marzo combativo!

¡Viva la mujer trabajadora, viva el hombre trabajador!

Sec. Nacional de Comunicación del MSR

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