BOLETÍN INFORMATIVO DISIDENTE NACIONAL REVOLUCIONARIO

sábado, 19 de marzo de 2011

EL AUTÉNTICO FRACASO DEL PSOE

   A pesar de que los resultados de marzo nos sitúan casi en los cuatro millones trescientos mil parados, el presidente Zapatero insiste en que comenzará a crearse empleo en unos meses y hasta los dirigentes "socialistas" provinciales que, de cuando en cuando, se dejan caer por Marbella insisten en que el principal objetivo del PSOE es el de la creación de empleo. Estrategia esta bastante poco inteligente pues, habida cuenta de la longitud de las colas del paro, preocupa pensar qué será de los otros objetivos que no tienen carácter de "principal". Quizá es por ello por lo que las candidaturas del partido en varias ciudades españolas han excluido deliberadamente las siglas del PSOE, en un intento -algo burdo- de venderle al consumidor un producto malo tapando la etiqueta.

   Es cierto, no obstante, que tardará mucho en crearse empleo pues ya nos acercamos al mínimo de trabajadores necesarios para que la nación siga funcionando, pero además será en ese plazo cuando muchos parados empiecen a agotar todas las prestaciones y tendrán que aceptar las formas contractuales y las condiciones leoninas establecidas en la reforma laboral de Zapatero. Sin embargo, el presidente miente porque sabe que el que aumente el número de contratos basura no significará la creación de empleo estable y de calidad  sino, por el contrario, la ampliación de ese mar de fondo de "subempleo" que jamás podrá tirar de la economía española.

   Porque lo que no cuenta el PSOE es que no se trata de puestos de trabajo creados si, como ya está sucediendo, nos encontramos cada vez a más trabajadores, incluso con contrato indefinido, que subsisten bajo el nivel de la pobreza relativa. Ni se trata de que el número de personas contratadas sea inversamente proporcional a la productividad y competitividad de nuestra economía.

   No se trata, como tantas veces se ha dicho, de presentar el número de contratos laborales como una baza electoral, sino de que exista una relación directa entre la calidad del empleo y la productividad del esfuerzo de cada trabajador. Y este es el auténtico fracaso del PSOE en toda su extensión. El desastre provocado por Zapatero no está principalmente en su capacidad para destruir empleo, sino en las políticas emprendidas que ha logrado desincentivar aún más a una desmotivada e indolente clase activa; en el triste perjuicio causado a varias generaciones de jóvenes a los que los "socialistas" han convertido en indigentes laborales, en parados existenciales o, lo que es aún más imperdonable, en vagos asistenciados para los que vale más la pena sobrevivir desempleado con 425 euros al mes que trabajar con un contrato basura por 6oo.

   Al no ver los cadáveres por las calles aún no somos capaces de apreciar que ni la peor de nuestras guerras ha dejado la cantidad de muertos y lisiados que el PSOE está creando, porque en un mundo en el que se exige la competitividad y la productividad como dogma laboral, será imposible reincorporar al mercado de trabajo a muchos de los que han pasado demasiado tiempo apartados de él. Gracias a Zapatero veremos morir de viejos a jóvenes que no llegaron a cotizar en toda su vida.

  

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