Como ya podíamos imaginar, la sucesión de estupideces cometidas por Zapatero en materia económica iba a producir el inmediato efecto de disparar la economía sumergida ante la imposibilidad que tienen muchos trabajadores de satisfacer la creciente avidez de dinero del Estado. Todos sabemos que son muchos, muchísimos, los autónomos que han tenido que darse de baja del régimen general al no poder hacer frente a la escandalosa cuota que deben pagar estos profesionales. Son también muchos los pequeños y medianos empresarios que dan trabajo, aunque sea a ratos, de forma irregular porque no pueden pagar lo que la Administración Pública parasita de cada contratoo bien porque, aún sin necesidar más personal, cuesta mucho decir que no a alguien que tiene que mantener a una familia.
Pero a este enorme y carísimo parásito en que se ha convertido el Estado jamás le ha importado la historia de cada uno y hace algunas semanas el "socialista" de talante dialogante lanzaba a sus pretorianos a la calle a buscar ingresos. La Agencia Tributaria va a prestar especial antención a los negocios y a los profesionales donde puedan realizarse alguna actividad productiva de la que el Estado no saque tajada. Evidentemente no se van a ir a esos bancos que tienen sede en paraísos fiscales, que son casi todos, ni van a perseguir a ese puñado de grandes capitales que son, en realidad, los que gobiernan sobre el Gobierno. Los de Hacienda buscarán a los pringados de la crisis, a los que no ganan suficiente para satisfacer a un país con tanto parásito. Poder saciar la voracidad del Estado, de los bancos y de las grandes empresas que nos venden los sservicios públicos a precio de oro, con las miserables nóminas de cualquier trabajador medio, no es fácil sino un auténtico milagro.
La inmoralidad de la actuación del Partido Socialista en esta crisis no deja de sorprender a un ciudadano al que Zapatero sigue poniéndole más difícil la existencia, hasta el punto de que es el Gobierno el que ha empujado a la ilegalidad a cientos de miles de trabajadores decentes que no son capaces de ganar dinerosuficiente para pagar tanto impuesto revolucionario. Y si estos cuerpos de funcionarios públicos, reconvertidos en pretorianos destinados a proteger al poder, no hubiesen olvidado cual es el auténtico objetivo de la Función Pública, no buscarían sancionar al ciudadano medio sino al propio Presidente del Gobierno como inductor de un delito fiscal al obligar con su incompetencia a trabajadores y empresarios que intentar levantar cabeza a convertirse en defraudadores de una fiscalidad insaciable que es, cada día, más injusta y moralmente reprobable.
Las expectativas de ingresos extra que llevan a Zapatero a aplastar al ciudadano medio para luego perseguirle no va a lograr el objetivo de satisfacer a la UE, al FMI y al Banco Mundial, y aunque todos los pringados de esta crisis entregáramos al Estado todo lo que tenemos, no sumaríamos suficiente dinero para saciar a esa banca y a esas instituciones económicas internacionales que han convertido al Estado y a los gobiernos en un simple instrumento más de sus operaciones especulativas.
El Movimiento Marbella Resiste aboga por un estado y una sociedad, española y europea, Nacional Socialista donde no tenga cabida el capitalismo feroz que azota nuestros día y donde trabajdores y empresarios trabajen conjuntamente por una sociedad más justa y productiva.¡ EL CAPITALISMO NO SE REFORMA SIMPLEMENTE SE DESTRUYE !
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