MACARRAS DE LA CIUDADANÍA

   Las últimas tonterías propuestas por Zapatero contra la crisis económica que, viendo los manotazos en la espalda, cuentan con el permiso de Emilio Botían, no pueden merecer credibilidad para la ciudadanía cuando, de nuevo, la solución pasa por "quitarle el chocolate al loro". En concreto se trata de las iniciativas anunciadas por el presidente contra el mepleo sumergido, otra chorrada que se traducirá en que muchos trabajadores españoles pierdan el dinero que están ganando para su subsistencia, empezando por las decenas de miles que hacen"chapucillas" en casa de amiguetes y vecinos, o las señoras de la limpieza, esas otras miles de defraudadoras al Estado que son, sin duda, las causantes de esta crisis económica.

   Mientras tanto, los jefes del PSOE, la banca, no tiene el más mínimo pudor en anunciar que pedirá dinero a Zapatero -nuestro dinero- para cumplir los requisitos de liquidez que exige la reforma financiera. Caso de Cajastur y la CAM, que para poder seguir existiendo pedirán casi 1.500 millones del dinero de nuestros impuestos. El despreciable truco de trileros organizado por "socialistas" y banqueros es genial. Imagine que usted, en su negocio o empleo, como no llega a cubrir sus necesidades de dinero, se puede permitir el lujo de pedirle al Estado que le deje esa cantidad, a un tipo de interés de risa, para poder cumplir sus obligaciones. Con la diferencia de que los directivos de esos bancos siguen cobrando cantidades insultantes -gracias a nuestro dinero- mientras nosotros llegamos a fin de mes con el agua al cuello... si llegamos.

   Y esta cultura de excesos, de tiranos encerrados en palacio para no oír el clamor del pueblo, no es exclusiva de España, porque el Banco Central Europeo (BCE) de Jean-Claude Trichet, ése al que tanto preocupa la inflación y que tan estricto es a la hora de advertir el peligro que supone para la UE el subirle el 3% a los mileuristas, anuncia también, sin vergüenza alguna, la constitución de un nuevo fondo especial destinado a los bancos europeos que puedan tener problemas de liquidez, mientras los que vivimos en esta injusta Europa nos quedamos con nuestra sumisa cara de póker ante las barbaridades de esta piara de macarras de la ciudadanía.

   Porque es eso lo que está pasando, nos están chuleando. A los trabajadores y a las familias europeas nos están obligando a ponernos en la esquina apoyados en la farola a prostituirnos económicamente, a trabajar para estos proxenetas de las finanzas que luego entregan el dinero a esos grandes capos del negocio que son los bancos.

   Y lo peor no es que nos prestemos dócilmente a esta trata de blancas económica, sino que los acontecimientos nos demuestran que cuanto más trabajemos para estos chulos, más nos van a exigir y más necesidad de dinero van a tener.

   Atacar a ese empleo irregular de subsistencia que está creando la incompetencia del PSOE no va a hacer que el gran jefe que sigue exhibiendo tirantes rojos al llegar a La Moncloa esté más feliz con su subalterno Zapatero, ni va a lograr que la banca, que sigue parasitando del dinero público -de nuestro dinero-, esté más satisfecha. Como cualquier parásito, reventará de tanto comer antes de darse cuenta de que tienen suficiente.