Un primer avance de los resultados ofrecía una aplastante victoria, en cuanto al número de concejales, para las fuerzas políticas de tendencias monárquicas, frente a las republicanas; no necesariamente , éstos últimos, de izquierdas.
No obstante, la esencia revolucionaria y contraria a las urnas de las izquierdas, unido a una descomposición de los partidos monárquicos y a la anunciada postura del general Sanjurjo, al mando de la Guardia Civil, de que no actuaría si se produjera un levantamiento contra la monarquía, llevaron a un auténtico golpe de estado en contra de la legalidad vigente, que acabó con la proclamación de la República el día 14 de abril.
La legitimación que algunos encuentran para esto se halla en que los partidos de ideología republicana vencieron en la mayoría de las capitales de provincia, no así en las zonas rurales donde, según ellos, imperaba el caciquismo. Este extremo no resiste el más mínimo análisis y se parece tremendamente a la justificación leniniana de que los únicos votos útiles para él, claro está, eran los de Petrogrado y Moscú. Otro argumento que apuntala lo torticero de la explicación es que nunca se publicaron los resultados totales de dichas elecciones municipales.
Es caso es que instaurada la República procedía darle forma. Rompiendo con lo anterior, incluso con la historia, con el pasado, con las raíces. Así, el día 28 de abril, La Gaceta de Madrid publicaba el Decreto, del día anterior, por el que se adoptaba la bandera tricolor como enseña nacional, también un nuevo escudo: el utilizado por el Gobierno provisional en 1869 y 1870.
Resulta esclarecedor cómo comienza el preámbulo del Decreto: " El alzamiento nacional contra la tiranía... ". Todo un "protocolo" de intenciones.
En vigor continuó dicha bandera y escudo hasta la finalización de la Guerra Civil y la desaparición del sistema republicano. Previamente, el 2 de febrero de 1938, en la zona Nacional se había recuperado la bandera bicolor y se había adoptado un escudo semejante al utilizado por los Reyes Católicos que, con ligeras variaciones, en 1945 y 1977, estuvo vigente hasta 1981, en que por la Ley 33, del Escudo de España, se aprobó el de hoy en día.
La Constitución de 1978 no hace ninguna referencia al escudo de España; si establece, en su artículo 4, cómo está conformada nuestra bandera. No obstante, y como dato curioso, en el primer ejemplar de la misma podemos encontrar el escudo en vigor entonces, con el águila de San Juan.
Cuando alguien porta una bandera nacional con el escudo en uso hasta el año 1981, algunos indocumentados lo tachan de anticonstitucional.
A la vista de lo expuesto anteriormente, quedan meridianamente claras dos cosas:
- No hay ningún escudo constitucional, sino tan sólo institucional del Estado, que es el vigente por la Ley desde 1981.
- Que la bandera tricolor es clara y legalmente anticonstitucional; y el escudo que la acompaña no se apoya en ningún ordenamiento jurídico.
¿ Por qué nadie recuerda esto cuando algunos, en abierta oposición a la legalidad vigente, enarbolan símbolos que no han traído a esta país más que sufrimientos ?
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