BOLETÍN INFORMATIVO DISIDENTE NACIONAL REVOLUCIONARIO

jueves, 28 de abril de 2011

LA ROMERÍA EN EL JUANAR, TRADICIÓN CENTENARIA DE MARBELLA

   "Allí en lo más alto está,/ recordando el milagroso regreso/ de el Sardinal Flor del Mar",- escribía hace años Fernando Alcalá Marín, cronista de la ciudad de Marbella.

   Y allí ese gigante de Sierra Blanca, El Juanar, -1.100 metros de altitud-, ascienden el 1 de mayo muchos hombres, mujeres y niños desde Marbella, Ojén y otros lugares por sendas escarpadas y pedregosas, pero con energía y espíritu deportivo, para continuar una tradición marbellera y centenaria.

   El bello y lejanísimo paisaje, que desde la alta cumbre se divisa, es una delicia, inolvidable.

   La historia de esta romería tienen un origen dramático:

   Una noche del Otoño,/ cinco marengos pescaban en un barquito de vela,/ que Flor del Mar se llamaba, Luis Urdiales y el Trompeta,/ Bernabelo y Cinco Brazas y Andrés samiñán "Calamar",/ que así la gente le apodaba. De pronto un fuerte levante./ El peligro amenazaba. Surgió una niebla espesa;/ sin ver tierra se quedaban. Navegan a la deriva;/ horas dramáticas pasan. ¡ Sálvanos, Virgen del Carmen!,/ desesperados clamaban.

   Su familia les daba por muertos, pues según D. José Luis Campos pudo ser un maremoto ( en la Edad Media hubo dos maremotos, que arrasaron los pueblos de la Costa ).

   Los marengos de esta historia se salvaron e hicieron una promesa de colocar una cruz en la cumbre de El Juanar, que fue hecha en la Ferrería de El Ángel y, al ser destruida en la Guerra Civil, fue repuesta en 1948 bajo la dirección de D. Antonio Lima Marín.

   Esta romería tienen hermosos alicientes como son: perpetuar esta tradición marbellera; disfrutar de la naturaleza, oír la misa que allí se celebra a las 12H., disfrutar con la familia y amigos de una comida en pleno campo o en el cercano parador nacional, antiguo palacio de los marqueses de Larios, en donde el general Charles de Gaulle,- entonces, 1970-, presidente de Francia terminó de redactar sus memorias.

   El Juanar, penibética montaña es, pues, un polimorfismo de historias y bellezas.

   Acantilado picado,/ gigante de Sierra Blanca,/ orgía de luz y colores,/ tierra de pinos y jaras;/ sierra de hondos barrancos,/ donde nace el agua;/ donde el pinsapo crece;/ donde atisba el águila;/ donde canta la perdiz,/ y el mirlo en la alborada.


   Ricardo Murillo Murillo ( Catedrático de Lengua Española ).
  

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