El Gobierno de Zapatero quiere despedirse con otro guiño a la comunidad gay. Ya que no por sus políticas económicas, los socialistas pretenden que al menos se les recuerde de forma positiva por lo que tanto destacaron sus candidatos en la pasada campaña: “Hemos colocado a España al frente de los derechos civiles en Europa”, repetían como un mantra en todos sus mítines.
En ese sentido, el Ejecutivo podría dar un último paso para blindar los derechos de la comunidad gay y aumentar al mismo tiempo la presión contra futuras medidas que puedan ser adoptadas contra este colectivo por el Ejecutivo de Rajoy. Siguiendo los pasos de Holanda, España podría facilitar los trámites de reagrupación familiar a los inmigrantes homosexuales, de modo que puedan reunirse con sus parejas.
Se haría a través de un permiso temporal que se concedería a las parejas de los inmigrantes que tengan derecho a solicitar la reagrupación, de modo que al llegar a España puedan contraer matrimonio y, al ser cónyuges, optar también a la residencia permanente.
De este modo se daría una respuesta “progre” a los homosexuales extranjeros que, en su gran mayoría, no han podido contraer matrimonio en sus países de origen y, por tanto, no pudieron reagrupar a sus parejas.
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