TdE/Joseph E. Stiglitz, premio Nobel de Economía en 2001 y ex vicepresidente del Banco Mundial, ha alertado de que las políticas de austeridad son una receta para menor crecimiento y más desempleo, debiendo ser sustituidas por una fiscalidad progresiva y apoyo a las inversiones empresariales.
Hay que asumir que la austeridad por sí sola no va a solucionar los problemas porque no va a estimular el crecimiento.
El mismo Joseph E. Stiglitz ha sugerido ir más allá de la austeridad y emprender una reestructuración del gasto y la fiscalidad como vía para la creación de empleo. Porque la austeridad es una receta para un menor crecimiento, para una recesión y para un mayor desempleo. Es una receta para el suicidio.
Al mismo tiempo que denunciaba que las reformas estructurales emprendidas en Europa han sido diseñadas para mejorar la economía por el lado de la oferta, no por el lado de la demanda, cuando el problema real es la falta de demanda.
Por ello, ha rechazado la flexibilidad laboral como sinónimo de bajar los salarios y el nivel de protección social. Pues la reducción de los salarios empeorará la demanda y la recesión. Siendo necesario que el incremento de la flexibilidad vaya acompañado del aumento de la seguridad de los trabajadores.
En economía hay un principio elemental que se llama efecto multiplicador del presupuesto equilibrado: si el gobierno sube los impuestos pero a la vez gasta el dinero que recibe de los impuestos esto tiene un efecto multiplicador sobre la economía.
En algunos países como Grecia, el sistema financiero está restringiendo mucho el crédito, sobre todo a las pymes, estrangulando a la economía, lo que provocará una contracción bastante severa.
También se ha mostrado especialmente crítico con la actuación del Banco Central Europeo en casos como el de Grecia, donde el organismo europeo subordinado los intereses de los ciudadanos al de los bancos que los de los ciudadanos.
Las decisiones son tomadas por un grupo secreto de personas, el International Swaps and Derivatives Association, asociación que controla el mercado de los derivados, un grupo de especuladores. Resultando inaceptable que se confíe la toma de decisiones a un grupo determinado de particulares. Y ha reclamado la creación de un organismo público que se encargue de las valoraciones crediticias; de un fondo de solidaridad para buscar estabilidad económica en la zona euro y la implantación de los eurobonos.
Las restricciones del sistema financiero podrían ser combatidas por el Estado a través de garantías al crédito o de la concesión estatal de los mismos.
Según sus predicciones, Estados Unidos no recuperará su nivel económico hasta 2017, retasando en Europa la recuperación varios años más.
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