TdE/UST-La subordinación de los políticos “europeos” a los intereses del gran capital tiene un nuevo nombre: PACTO DEL EURO; así como unas consecuencias, desgraciadamente excesivamente conocidas por los trabajadores: deterioro de nuestra situación económica y pérdida de derechos socio-laborales, conquistados por distintas generaciones tras décadas de luchas.
Con el PACTO DEL EURO, los gobiernos del capital persiguen:
-Una reducción salarial que incremente la competitividad de la zona euro, a costa de empobrecer todavía más a los trabajadores europeos. Ligando los salarios a la productividad y descentralizando la negociación colectiva.
Cuando la vinculación de los salarios a la productividad del trabajo, además de desligar los salarios del coste de la vida, reducirá la capacidad adquisitiva de los trabajadores. Así nos lo muestra la historia más reciente: pues el Índice de Precios de Consumo interanual se incrementó un 65,1% entre 1994 y 2010, mientras que la productividad laboral lo hizo únicamente en un 7,4%. Lo que habría reducido el poder de compra de los trabajadores en un 58%, de haberse vinculado las subidas salariales a la evolución de la productividad sin tener en cuenta la inflación.
Y la descentralización de la negociación colectiva reducirá el poder de negociación de los trabajadores, limitando nuestra influencia en la determinación de los salarios, jornada laboral y organización del trabajo. Echándonos a las garras del gran capital y precarizando, más si cabe, las relaciones laborales. No siendo asumible NUNCA la instauración del trabajo precario ante la necesidad imperiosa de crear puestos de trabajo.
-Reducción de los salarios de los trabajadores públicos, a fin de que no se conviertan en un incentivo para incrementar los salarios del sector privado de la economía.
-Fomentar el empleo por medio de la reducción de las cotizaciones sociales y de la sustitución de los impuestos directos por indirectos. Incrementándose las desigualdades sociales y extendiéndose la pobreza entre un número cada vez mayor de familias.
Cuando la reducción de las cotizaciones sociales supone una disminución encubierta de los salarios, pues forman parte de la masa salarial; así como un deterioro del sistema público de pensiones, una mayor desprotección de los trabajadores: al financiar las prestaciones por incapacidad temporal, de maternidad y de paternidad; las pensiones contributivas, el desempleo y la formación profesional.
Mientras que la sustitución de impuestos directos por impuestos indirectos supone la traslación de los efectos de la crisis económica de las rentas altas a las rentas medias y bajas; al no tener en cuenta, los impuestos indirectos, el poder adquisitivo de los trabajadores.
-Reformar el sistema de pensiones, la sanidad pública y las prestaciones sociales, en búsqueda de su progresiva mercantilización, de subordinarlos a los intereses del gran capital y de los poderes financieros. Que constatamos al observar como se reduce la cuantía de las pensiones públicas para potenciar las privadas, se fomenta la sanidad privada y se crea un mercado para los cuidadores privados de dependientes.
-Privatizar empresas y servicios públicos a bajos precios, que únicamente benefician al gran capital, pues le suministran rentables negocios a precio de saldo.
-Privatizar las cajas de ahorro, ignorando que la crisis económica en la que nos encontramos inmersos nos ha enseñado la necesidad de tener una banca pública subordinada a satisfacer las necesidades de las familias y las empresas, y que no persiga el enriquecimiento a costa de aprovecharse de aquellos trabajadores más desfavorecidos. Lo que no impedirá que antes se gaste el dinero de los trabajadores en sanearlas.
Desde la Unión Sindical de Trabajadores no podemos calificar más que de FARSA el PACTO DEL EURO. Y reclamamos políticas que:
-Incrementen el poder adquisitivo de los trabajadores, para reactivar la demanda interna, creándose, así, puestos de trabajo, y reducir el endeudamiento de las familias.
-Liberen a los trabajadores del capital, pasando a participar éstos en las decisiones y beneficios de las empresas.
-Endurezcan las penas a la especulación financiera, que tanto ha empobrecido y ha hecho sufrir a los trabajadores europeos.
-No subordinen los intereses de los trabajadores a los intereses del mercado y del capital financiero.
-Incrementen el gasto social, que permita garantizar un mínimo nivel de vida para todos los trabajadores europeos. Al mismo tiempo que se reducen las subvenciones a partidos políticos, sindicatos y organizaciones empresariales.
Sobran los motivos para movilizarnos contra este pacto en beneficio del gran capital y contra los trabajadores, por precarizar las relaciones laborales y subordinar a los trabajadores al gran capital.
¡¡PORQUE LOS DERECHOS NO SE REGALAN, SE CONQUISTAN!!
¡¡TRABAJADOR LIBERA TU REBELDÍA!!
Secretaría de Comunicación de la Unión Sindical de Trabajadores
usttusindicato@gmail.com
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