BOLETÍN INFORMATIVO DISIDENTE NACIONAL REVOLUCIONARIO

viernes, 17 de junio de 2011

UN MOVIMIENTO DE TENAZA


El Gobierno “socialista” y Bruselas, con la colaboración de CiU, dieron, el pasado 7 de junio, el primer paso para llevar a cabo un nuevo fraude al pueblo español que, en esta ocasión, busca el objetivo de recortar las cotizaciones sociales, reduciendo paralelamente las prestaciones del sistema sanitario español y justificando una nueva e importante subida de los impuestos indirectos, que son los que más castigan a las economías más débiles pero también los que más permiten recaudar a las arcas públicas.
Se trata de un tradicional, aunque poco sutil, movimiento de tenaza en el que la Comisión Europea recomendaba a España favorecer al empresariado recortando las cuotas que han de pagar a la Administración por cada trabajador, supliendo la falta de ingresos con espectaculares subidas del IVA y de los impuestos sobre la energía. Lo que significa trasladar la mayor parte de esa deuda que no pagaría el empresario a las economías familiares más vulnerables.
Como segundo paso, e inmediatamente, como si tuviera ya la respuesta lista antes de que le hicieran la pregunta, la vicepresidenta económica, Elena Salgado, rechaza la idea de Bruselas de que el Gobierno vuelva a subir el IVA y se niega a que España se equipare a países nórdicos que pagan un tipo del 25% en este impuesto. Salgado aprovecha así la oportunidad para fijar ya una cantidad insuperable que actuará como ariete psicológico ante una opinión pública que, tras varios meses de machaque mediático, respirará aliviada cuando la subida “sólo” llegue, por ejemplo, al 20%.
El tercer elemento de ese movimiento de tenaza lo proporcionó CiU, cuando su portavoz en el Congreso, Josep Antoni Durán, le dijo al Ejecutivo que hay que modificar el sistema sanitario ante su actual insostenibilidad, sugiriendo buscar soluciones similares a las de los países del entorno. Evidentemente “modificar” en la política española es sinónimo de “recortar” y de “reducir”, lo que significa que los españoles pagaremos más por tener menos derechos en la sanidad pública.
Si os fijáis, en la jugada el objetivo a alcanzar se encuentra al principio y consiste en que a la gran empresa le resulte más barato el factor trabajo reduciendo las cotizaciones sociales. Y en esa maniobra de trilero, la Comisión Europea hace de gancho, pidiendo a España que reduzca las cuotas y que las cargue sobre el consumo a través de los tipos fiscales más injustos que existen y que más perjudican a las economías más débiles.
En ningún momento nadie recomienda gravar los rendimientos del capital o de los grandes patrimonios, ni hacer caer parte de esa carga sobre las rentas más altas o sobre el consumo de lujo. Ni se plantea, porque de lo que va esto es de lo que va toda esta crisis: un simple fraude en el que los grandes capitales manejan a nuestros gobiernos e instituciones internacionales para realizar un timo del que los ciudadanos más pringados, que somos la mayoría, somos las víctimas. Y lo mejor de todo es que no importa que nos demos cuenta porque no hacemos nada para impedirlo.

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